Invitan a reír y reflexionar

AutorArturo Perea

Yehezkel, un hombre de 75 años que vive en una residencia de ancianos de Jerusalén, decide cumplir el deseo de su mejor amigo, Max, que se encuentra en estado terminal: morir en paz.

Ignorando las objeciones de su propia esposa, Levana, Yehezkel y la mujer de Max, Yana, recurren a la ayuda de Daniel, un veterinario, y de Raffi Segal, un policía jubilado, para llevar a cabo su misión.

Llegado el momento de la verdad, se dan cuenta de que ninguno de ellos está dispuesto a apretar el gatillo. Entonces, Yehezkel, quien es ingeniero e inventor, construye, con el único propósito de ayudar a su querido amigo, una máquina de autoeutanasia.

Lejos de entrar en polémica sobre el derecho a una muerte digna, con la película La Fiesta de Despedida (que se estrenó el viernes), los directores israelíes Sharon Maymon y Tal Granit construyeron este relato con la idea de invitar a la reflexión y el humor.

"La película es una celebración de la vida porque creemos que en cada risa hay una lágrima; de ahí que pusiéramos a cómicos en los papeles principales, llevándoles a situaciones surrealistas y dramáticas. Es una comedia dirigida muy seriamente.

"Nuestro mensaje es que debe existir siempre la opción de cómo morir. Todo lo que sucede en la película ocurre porque no está legalizado, y queda en manos de la gente, que no es la solución adecuada", declaró Maymon.

Tras el fallecimiento de Max, empiezan a...

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