Opinión Invitada / Juan M. Dabdoub Giacomán: Machicidios
| Autor | Opinión Invitada |
Mañana se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y nos informarán sobre los feminicidios ocurridos en el País, por cierto, un barbarismo que no aparece en el diccionario de la RAE.
Y me puse a buscar si hay un día internacional para la eliminación de la violencia contra los niños, ancianos, discapacitados, recién nacidos... ¡algo que midiera los machicidios! (otro barbarismo, éste mío), pero no lo hay.
Creo que todo este enredo tiene que ver con la "ideología" o "teoría de género", esa que dice que el comportamiento de hombres y mujeres no está determinado por su sexo, sino por la cultura, pues a la violencia contra la mujer la ONU le llama "violencia de género" (¿?).
En una conferencia sobre feminismo que di en una universidad pregunté: ¿ustedes creen que si las mujeres, en promedio, midieran 1.90 metros de estatura y pesaran 90 kilos de peso, seguiría habiendo violencia "de género"?
Y dentro de la confusión que generó mi pregunta, una mujer dijo: "Sí seguiría habiendo violencia... pero ahora seríamos nosotras las que les pegaríamos a ustedes".
¡Exactamente!
El hombre no abusa de la mujer por el hecho de serlo, lo hace porque es más fuerte que ella.
Es la misma razón por la que existe el bullying escolar, o del porqué los jefes abusan de los subordinados o las madres de los hijos: es por la ley de la selva, la ley del más fuerte, es porque la cuerda se revienta por lo más delgado.
Quizás por eso, Ana Mato, la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España, se refiere a esta violencia como "violencia en el entorno familiar".
Cuando empezamos a ponerle apellidos a las cosas corremos el riesgo de desvirtuar el origen del problema y con ello dificultar la solución.
Y es que no importa quién sufre el abuso: estamos hablando de violencia, simple y llana violencia.
Entonces, lo que debemos hacer es buscar las razones por las cuales nuestra sociedad se está volviendo cada día más violenta (y no me refiero al narco).
¿Será porque la lucha libre, donde tres pueden patear en el suelo a un contrincante o reventarle una silla en la cabeza, se ha vuelto un espectáculo infantil, para toda la familia?
¿O porque cada vez disfrutamos más de los programas de morbo donde se hacen pedazos a los participantes?
Pero en el caso de la mujer, hay una gran fuente de violencia hacia ella que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) no ataca, ni con sus 17 mil millones de pesos de presupuesto de este año...
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