Opinión Invitada / José Luis Mastretta López: El otro divorcio

AutorOpinión Invitada

Las encuestas publicadas por EL NORTE desde el viernes, a un año de las elecciones para renovar el Gobierno del Estado, además del empate entre los principales partidos políticos nos muestran un fenómeno interesante: la divergencia de opiniones entre la población general y los llamados líderes de opinión.

Desde hace años EL NORTE ha hecho este original ejercicio de realizar una encuesta estadísticamente representativa de la población para conocer sus opiniones políticas, y luego hacer las mismas preguntas a líderes ciudadanos para contrastar sus opiniones.

Estos llamados líderes son personas en posiciones directivas en organismos empresariales y en organizaciones de la sociedad civil, activistas, intelectuales y académicos. Su prestigio y su reconocimiento son innegables.

En esta ocasión podemos observar cómo, si les dieran a escoger, los ciudadanos en general tienen una marcada preferencia por Margarita Arellanes como candidata del PAN a la Gubernatura, mientras que los líderes preferirían a Mauricio Fernández.

Lo mismo pasaría con el PRI, la población abierta elegiría a Ivonne Álvarez, mientras que los líderes optarían por Ildefonso Guajardo.

Las diferencias entre líderes y ciudadanos no son de pocos puntos porcentuales. Son, de hecho, abismales.

Más de la mitad de los líderes encuestados dijo que no se inclinaría por un partido, sino que emitiría su voto por los candidatos independientes, que harán su debut en el 2015.

Los líderes representan, muy probablemente, a ese 2 por ciento de la población que votaría por Vía Ciudadana, mientras que el PRI y el PAN juntos capturan el 67 por ciento de la intención de voto general.

Se ha demostrado en más de un estudio que la población ya no se siente representada por sus políticos. Pero poco se ha hablado de que, por lo visto, tampoco se siente representada por sus liderazgos sociales.

Ahí también parece haber un divorcio entre la ciudadanía y sus supuestos líderes de opinión.

A la ciudadanía y a los líderes ciudadanos les urge una terapia de pareja, porque al parecer no se escuchan mutuamente.

Los activistas, los dirigentes empresariales y de las organizaciones de la sociedad civil quizás deban replantear sus agendas para hacerlas coincidir con las aspiraciones, los problemas y las percepciones de la...

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