Frontera Invisible / Migración y seguridad pública

AutorSergio Muñoz Bata

Furioso ante el anuncio de Spitzer, el presentador de noticias de CNN, Lou Dobbs, cuya fobia anti-inmigrante no parece tener límite, emprendió una feroz campaña diaria contra la propuesta del Gobernador que se volvió personal cuando olvidándose de las formas le llamó "idiota", así, con todas sus letras, mientras le invitaba a debatir en su programa.

De la oficina del Gobernador salió un terso comunicado declinando la invitación, por considerar que Dobbs "ha demostrado con toda claridad que no está interesado en un debate serio." Una respuesta más que razonable dado el carácter bélico del conductor.

El tema, sin embargo, no es la insolencia de alguien que se vale de mensajes xenofóbicos, proteccionistas, antiinmigrantes, contra los países de América Latina para afirmar su patriotismo ramplón.

Lo que hay qué discutir es la solidez de los argumentos que Spitzer ha presentado al asegurarle a los neoyorkinos que negarles la licencia de conducir a los indocumentados es un acto que atenta contra la seguridad pública.

Su primera consideración es que en el estado de NY hay más de un millón de personas que no pueden sacar una licencia para conducir porque están ilegalmente en el país pero que a diario manejan de sus casas a sus trabajos y de regreso.

Lo segundo es que ni el Gobierno federal tiene la capacidad necesaria para deportarlos ni ellos se van a ir voluntariamente. Lo más probable, si acaso, es que el número de indocumentados seguirá aumentando conforme aumenta la demanda por sus servicios laborales.

Ante esta situación real, lo que Spitzer plantea es ¿Qué deben hacer las autoridades? ¿Discutir si está bien o mal que estén aquí? O ¿deberían pensar que el verdadero problema para la ciudadanía es que las autoridades son quienes impiden que un millón de personas saquen las licencias de conducir que les obligarán a aprender el reglamento de tránsito; a pasar una prueba de conducción y un examen escrito y a sacar un seguro contra accidentes?

Pero eso no es todo. Considerando que en este momento, las autoridades nada saben del millón de indocumentados que transitan por calles y carreteras de Nueva York ¿No sería más prudente en términos de seguridad pública fotografiarlos, saber dónde viven y qué hacen?

Esta semana Spitzer anunció que además de continuar con su plan para permitir la licencia de conducción para indocumentados, Nueva York adoptará la recomendación del Gobierno...

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