Investigador con dinamismo

AutorAlejandro Alvarado

Ignacio García Prieto (1963-2013) no daba paso en falso. Su regla era tajante: antes de que el Ballet Folclórico del Ayuntamiento de Guadalajara estrenara una función, se dedicaba a investigar, a documentar y a rescatar las tradiciones para difundirlas.

Nacho, como lo llamaban, nació en San Juan de los Lagos. Fue el tercero de los cuatro hijos de Socorro Prieto y Marcelino García, hogar en el que se le recuerda como una persona noble y formal, pero sobre todo dinámica, con interés especial por investigar y difundir la cultura popular.

"Tenía el don de gente, con todo mundo platicaba, era raro cuando se enojaba, era recto en sus convicciones, a todo mundo trataba bien. Siempre fue un muchacho dinámico, activo, estuvo de contador y también atendía su responsabilidad en las artes", expresó su padre.

El interés de García Prieto por las artes empezó desde chico. En los bailes folclóricos que vestían los festivales de la primaria y la secundaria, siempre participaba. En la prepa se alejó un poco, luego empezó la carrera de Derecho y a la par regresó a la Escuela de Artes para aprender danza.

"Es una pérdida lamentable, sobre todo porque además de ser un profesional de la danza, siempre estuvo muy preocupado por los procesos de investigación que alimentaran todo el...

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