Investiga Maussán OVNIS en el Popo

Cuando las evidencias de peligro por la actividad del volcán Popocatépetl son claras para Jaime Maussán, éste dice que prefiere pecar de exagerado a pasar por inocente, especialmente si está inmerso en una cultura que describe como "de avestruz", en la que se esconde la cabeza.

Con su habitual tono vehemente al hablar, Maussán comenta: "Seguimos en la actitud de que si yo no veo las cosas, las niego, no existen: así pasó antes de los sismos del 85 y luego vino la desgracia; así sucedió cuando se negaba la posible actividad del Popo y ahora las exhalaciones son frecuentes y pueden ser antecedente de peligrosas erupciones piroplásticas; así se niega la constante aparición de OVNIS y por lo menos cada mes se registran 20 avistamientos".

En el estudio de su casa, colindante entre árboles con el parque del Desierto de los Leones, Jaime se identifica como comunicólogo, no investigador; sin embargo, aclara, no carente de autoridad para prevenir de situaciones peligrosas para la sociedad.

"Sí, muchas veces me han dicho loco, sensacionalista y muchas cosas más, pero ya estoy acostumbrado. En el 85 hicimos un programa donde alertamos de un posible sismo; después de septiembre seguimos sin una verdadera cultura de prevención contra ese fenómeno", recordó el titular del programa "Tercer Milenio".

Rodeado por ventanales, en lo que asemeja un observatorio de la cúpula celeste, el periodista recuerda: "En febrero del 92 mostramos dos videos de gran actividad en el cráter del Popo, pero fue hasta el 93 cuando se aceptó; en el 94 denunciamos erupciones y nos criticaron de amarillistas, pero dos meses después se reconoció la primera erupción".

La lava no mata

Sobre una posible confusión de términos, Maussán aclara que una erupción no necesariamente implica lava, puede ser de cenizas o gases; incluso, dice que resulta menos peligrosa para el hombre la lava que una erupción piroplástica, ya que la lava tiene un promedio de avance de 10 kilómetros por hora, aunque con un alcance de 70 kilómetros (la Ciudad de México está a 50 kilómetros), en tanto la manifestación piroplástica se mueve a 400 kilómetros por hora, con un alcance máximo a 20 kilómetros del cráter.

"Hay datos de que en el Monte Pele, de Dominica (isla de las Antillas menores) una erupción piroplástica acabó en 30 segundos con una población aledaña. Aquí, sin embargo, pasan cosas que no entiendo: sé que sólo en México se maneja eso del semáforo, que no es verde porque hay evidencia de actividad...

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