Inversiones que cuestan caro

AutorAlberto Ramírez

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LOS ÁNGELES.- Gordon Gekko (Michael Douglas), para algunos uno de los mejores villanos de la historia y para otros un modelo a seguir, regresa a la pantalla grande después de 23 años con Wall Street: El Dinero Nunca Duerme.

El pretexto para que Oliver Stone hiciera Wall Street: El Poder y la Avaricia en 1987 fue la crisis de ese año, y ahora el director vio en la recesión de 2008 una gran oportunidad para hacer, por primera vez, una secuela de una de sus cintas.

"En los 80, nunca pensé que pasaría (una crisis como la de 2008). Desde 1987 hasta el 2008 hay una enorme diferencia, muchos cambios", indica el cineasta.

En este nuevo filme, Gordon Gekko es liberado de prisión en 2001, sin dinero y sin alguien que lo reciba a su salida.

En 2008, Jake Moore (Shia LaBeouf), joven operador de cuenta propia, busca vengarse de Bretton James (Josh Brolin), socio de un banco de inversiones que provocó el suicidio del mentor de Moore, Louis Zabel (Frank Langella).

Ante el inminente colapso financiero, Jake utiliza como peón a su prometida Winnie (Carey Mulligan), hija de Gekko, para que éste le ayude a entender el panorama y logre consumar su revancha, a cambio de una reconciliación familiar.

Douglas ganó el Óscar al Mejor Actor en 1988 por interpretar al personaje que afirmó que la codicia es buena, y ahora el histrión revive a un "reformado" Gekko que convierte su frase característica en pregunta: ¿La codicia es buena?

"Michael ha mejorado muchísimo. Está actuando mejor que nunca, ha envejecido bien. Es un tipo muy apuesto y encantador", comenta Stone sobre el actor, quien actualmente libra una batalla contra el cáncer de garganta.

"Además, no es el viejo Gekko, es un Gekko más profundo".

Por su parte, LaBeouf carga con el peso de un aclamado elenco, pero Stone se siente orgulloso del joven, de 24 años, por su compromiso y esfuerzo para cumplir con su personaje.

"Shia conoció a varios agentes de la bolsa, y lo mejor de todo es que estuvo con ellos no sólo antes de la película, sino durante y después de la filmación", explica el realizador sobre la actividad bursátil en la que ingresó su protagonista, donde invirtió 20 mil dólares que convirtió en casi 500 mil.

"Decidió quedarse (en esa labor) y entró a la bolsa con su propia cuenta. Es muy inteligente. Quizá no haya tenido educación de escuela, pero su inteligencia viene de la calle".

LaBeouf se metió en esta dinámica para dominar el tema, pues no sólo compartiría escena con un imponente...

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