Invade a Morente su duende

AutorMaría Eugenia Sevilla

Bajo las sombras del templo, el duende se apodera de la noche: los ayes interminables de Enrique Morente desgarran el aire de la Plaza de Santo Domingo y lanzan su conjuro de Sabbath sobre la multitud, dejándola petrificada.

"Las criaturas de la luna, huelen y rondan las cabañas, y vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan...".

Nadie se mueve. Los primeros versos de Lorca en la voz del cantaor, con esa extraña base metalera de guitarras y bajo eléctrico, dejan los oídos absortos.

Pero la creciente intensidad en la batería de Eric Jiménez rompe el hechizo, la gente une sus palmas a las de José Manuel Ruiz "Bandolero", y Enrique Morente Jr. y Ángel Gabarre, y termina al cabo de unos minutos por desmelenar a uno que otro.

Esta noche, distinta, cobija un concierto histórico: por vez primera en más de una década, Morente y la banda española de rock Lagartija Nick vuelven a tocar en vivo Omega, el disco que marcara un hito en la historia de la fusión flamenca en 1996.

Esa garganta oscura, única, del cantaor granadino, brilla como hace diez años, y la garra con la que se entrega esta noche se intensifica por la presencia de Lagartija Nick, superando en mucho el concierto acústico del viernes en el Teatro de la Ciudad.

De pie en el centro del escenario, Morente es una estrella de rock.

"Son poderosos", comenta una asistente que jamás había escuchado esta fusión.

El concierto inicia con un set de flamenco acústico que al cabo de media hora da lugar a la esperada interpretación de Omega, integrado por versos...

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