Inundan al consumidor con amplia variedad de aguas

AutorLeticia Salazar

¿Sed?, ¿qué agua prefiere?: natural, mineralizada, de pozo, carbonatada, con gas, quinada, de manantial, o quizá una baja en sales, de sabor, enriquecida con oxígeno o mejor con zinc.

El crecimiento de la industria ha sido tal, que no le sorprenda que en poco tiempo le hagan esta misma pregunta cuando le ofrezcan de beber y usted pida agua.

Tan sólo con darse una vuelta por el súper, en el pasillo de las bebidas, constatará el gran espacio que ahora ocupa este vital líquido.

De hecho, el sector estima que en México existen más de 3 mil marcas de agua embotellada y un consumo de poco más de 15 mil millones de litros anuales, es decir, alrededor de 150 litros per cápita.

De acuerdo con estadísticas de la Asociación Internacional del Agua Embotellada, el crecimiento promedio anual de este mercado en México es del 7.1 por ciento, lo cual ubica al País en el segundo lugar, sólo por debajo de Estados Unidos, en donde el crecimiento es del 9.7 por ciento.

Un estudio de ACNielsen indica que al mes de abril del 2003, de cada 100 botellas de agua embotellada de hasta 4 litros, 34.3 se vendían en el Valle de México y 24.2 en zona de Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, catalogada como área 2.

En esta zona sobresale Monterrey, en donde se venden 11 botellas de cada 100.

Claudio Triches, gerente de Grupo de Bonafont, señala que el mercado ya no sólo busca hidratar, sino dar un valor adicional como sabor o presentaciones y propiedades distintas.

La purificación dada a cada agua embotellada, añade, depende del origen de ésta y mientras más pura sea la fuente, se requerirán menos procesos.

Según Nelson Siller, gerente de producción de Bebidas Mundiales, planta Guadalupe, una de las características que distinguen los diferentes tipos de aguas que se encuentran en el mercado es el contenido de sales minerales.

"El agua contiene una cantidad de sales minerales y en los procesos de purificación se le pueden dejar o eliminar sales, lo cual hace que el sabor sea diferente".

En cuanto a su calidad, explica el director del Centro de Estudios del Agua del ITESM, Belzahet Treviño, no tiene nada que ver que sea de pozo o manantial u otra fuente, tan buena o mala puede ser una u otra.

La calidad va a depender del subsuelo por donde pase el agua y de las condiciones de transportación para posteriormente purificarla, desinfectarla y embotellarla, aunque se piensa que la de manantial es mejor, agrega.

El tratamiento principal...

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