Intimidad expuesta

AutorAndrés de Luna

En otros momentos la desnudez contrastaba con la idea del pudor. Había que resguardarse de la mirada ajena ante el peligro de ser observados con la piel y el vello como única indumentaria. Los tiempos cambian y luego de la polémica "revolución sexual" de los 60; del narcisismo de los 80, que estuvo encuadrado por los cuerpos aeróbicos y las musculaturas de los fisicoculturistas; en la actualidad, la imagen del desnudo, sin que sea una regla o un principio colectivo, admite la apertura. Tan es así que en esa proliferación de clubes y gimnasios uno de los temas habituales en la conversación femenina es acerca de los implantes en los pechos, las cirugías "estéticas", la lipoescultura y el uso de las depilaciones, desde las que se hacen con cera o las que usan la tecnología del láser; unas preferirán dejarse el vello púbico a la brasileña, otras lo harán bajo otras modalidades, el hecho es que ese aspecto íntimo ahora queda fuera de la alcoba.

La democracia de la mirada permitirá que jóvenes y maduras compartan los beneficios de la vanidad. De los hombres ¡ni hablar! El nuevo modelo ha surgido y, sin que sean mayoría, la condición metrosexual es un hecho innegable. Antes, que dos hombres se enfrascaran en una discusión en torno a las mascarillas de sábila o las cremas antiarrugas hubiera sido una ridiculez, en estas épocas resulta común en las tribus nacidas alrededor del empresariado joven, de los ejecutivos de las casas de bolsa y los pertenecientes a las "profesiones liberales". Si se hicieran estudios sociológicos, ya sea en México o en otros países del mundo globalizado de hoy, el resultado sería obvio: la desnudez perdió su aura mítica y se convirtió en algo posible.

El fotógrafo estadounidense Spencer Tunick ha logrado reunir multitudes con el propósito de hacer imágenes colectivas en donde el cuerpo humano sea parte del paisaje. Los reporteros y los estudiosos han tratado de obtener alguna idea en torno a sus propuestas, el hombre es incapaz de articular un pensamiento que desborde el lugar común.

Tunick prefiere realizar composiciones en las cuales la desnudez se conjugue con los espacios que elige o que le son sugeridos. Ha viajado por el mundo, a veces se ha topado con francas resistencias como ocurrió con el conservadurismo de la antigua Unión Soviética, o con las condiciones climáticas adversas como fue el caso al llegar a la Antártida. Podría decirse que Tunick partió de una humorada que le ha valido la fama internacional. En gran...

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