Instituciónes internacionales europeas. Unión Europea y Consejo de Europa

AutorMarco Odello
Páginas29-37

Marco Odello. Profesor Visitante del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Ciencias Políticas y Derecho. Correo electrónico: modello@campus.ccm.itesm.mx

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Introducción

El fenómeno de las Organizaciones Intergubernamentales (en adelante OIG), entendidas como asociaciones institucionalizadas de Estados, tiene expresiones multiformes hoy en día. Existen distintos tipos de OIG, atendiendo al tipo de asuntos que tratan: económico, político, militar, etcétera, y en cuanto a extensiones geográficas: universales y regionales.

Las distintas organizaciones tienen poderes que les permiten desarrollar importantes finalidades que están claramente definidas en los tratados constitutivos o estatutos de las organizaciones. Mediante los tratados constitutivos se ponen los límites y se crean los órganos que permiten a las organizaciones el perseguimiento de las finalidades propias de cada una de ellas.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial el fenómeno de las OIG ha venido poco a poco desarrollando formas distintas de cooperación. Una de las organizaciones universales más conocidas es seguramente la Organización de las Naciones Unidas. A partir de esta experiencia, organizaciones a nivel continental o regional, se han desarrollado, en base a las mismas pautas, como la Organización de los Estados Americanos y la Organización para la Unidad Africana.

En Europa, surgieron varias organizaciones en las distintas áreas de interés de cooperación de parte de los Estados. Tenemos instituciones económicas, por ejemplo, las Comunidades Europeas; organismos de cooperación política, especializados en temas de democracia y derechos humanos, verbigracia, el Consejo de Europa; instituciones de carácter militar, la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), y organizaciones de cooperación política para la seguridad, como la Organización para la Seguridad y la Cooperación (OSCE). Las distintas organizaciones tienen finalidades específicas, y, en unos casos, evolucionan en el grado de complejidad, en los órganos, en los miembros y en las áreas de acción.

En el presente artículo presentamos, de forma muy esencial, las características de dos de las principales organizaciones europeas: las Comunidades Europeas y el Consejo de Europa, en cuanto los eventos en la última década del siglo XX y los cambios geopolíticos europeos han influenciado varias reformas a nivel de las organizaciones existentes. Se trata de dos instituciones fundamentales constituidas a principios de los años 50’s con la finalidad de desarrollar un clima de cooperación permanente entre los Estados europeos que salían de la terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Las áreas de cooperación prioritaria tenían que ser dos: (1) la cooperación para el desarrollo y el fortalecimiento de instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos, sobre todo después de las dictaduras fascistas; (2) la cooperación económica, particularmente en las áreas que habían constituido una fuente de tensión entre algunos Estados europeos. Se trata del Consejo de Europa (CdE), y de las Comunidades Europeas (CE) que evolucionaron después en el Unión Europea (UE).

Tenemos finalmente que subrayar que el desarrollo y el grado de integración de estas instituciones conllevan una evolución importante en el concepto de organización internacional, sobre todo con el desarrollo de la Unión Europea. En este sentido se puede hablar de una entidad “supranacional” que demuestra el nivel alcanzado el proyecto de cooperación institucional de los Estados europeos.

I El contexto europeo

Para entender la situación actual de las organizaciones europeas, tenemos que mencionar el proyecto político e institucional que estalló el fenómeno de cooperación entre los principales Estados que habían luchado durante dos guerras mundiales.

Al final de los años 40’s, la idea fundamental de hombres como Robert Schuman (Francia), Alcide De Gasperi (Italia) y Konrad Hadenauer (República Federal de Alemania) fue de crear los presupuestos para la cooperación en distintas áreas entre los Estados europeos. Se tenían entonces que encontrar formas de cooperación estable y duradera para finalmente llegar poco a poco a una integración política que eliminara las posibili-Page 31dades de tensión y de conflicto. De tal manera, en la década de los 50’s, surgieron el Consejo de Europa (CdE), y tres otras organizaciones: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de Energía Atómica (CEEA o EURATOM). Estas organizaciones, junto con la creación de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) – como mera alianza militar – han tenido un papel primario en el campo de la definición de una identidad europea durante los años de la Guerra Fría. Han sido un elemento estabilizador entre los países de Europa occidental, mientras que en los países de influencia soviética se desarrollaban instituciones paralelas y similares como el COMECON, en el campo económico, y el Pacto de Varsovia, en el campo militar.

Con la caída del muro de Berlín, el escenario europeo cambia radicalmente. Empieza una fase de transición en los países del bloque oriental, de antigua influencia soviética, incluyendo la propia ex Unión Soviética. Las instituciones fundadas sobre el concepto de socialismo real, de comunismo, de partido único, de economía socialista y planificada dejan, poco a poco, el paso a conceptos que habían sido la bandera del bloque occidental: liberalismo económico, democracia representativa, multipartidismo, elecciones regulares, Estado de Derecho, respeto a los derechos fundamentales, entre otros.

El problema era la aplicación práctica de esos conceptos en realidades que los habían desconocido y rechazado durante varias décadas. Por lo tanto, se empujó de forma acelerada un proceso de parte de los países de Europa centro-oriental para poder llegar a tener relaciones con los vecinos de Europa occidental, y poder entrar en el conjunto de países “desarrollados” y “democráticos” lo más rápido posible. Esto se podía lograr a través de la accesión a una o varias instituciones internacionales existentes.

El proceso de adaptación pronto se mostró más largo de lo que se pensaba. Se necesitaron varias reformas y sobre todo un cambio de ideología y de formación de parte de las personas que se encuentran en posiciones institucionales. También eran indispensables cambios institucionales y legales de fondo. A parte del ejemplo de la reunificación de Alemania, en varios países se manifestaron formas de oposiciones violentas entre grupos políticos y grupos étnicos, golpes de estado, divisiones, por ejemplo, entre la República Checa y la República Eslovaca, hasta llegar a las formas violentas de desmembramiento de un Estado como sucedió con la República de Yugoslavia.

En esta situación política nueva, las instituciones europeas quedaron atrasadas e inadecuadas para poder intervenir de forma apropiada y evitar los desastres en los países vecinos. La solución violenta mediante el bombardeo de Serbia por parte de los países miembros de la OTAN se puede interpretar como un claro fracaso de una débil política exterior europea en los Balcanes.

Frente a una renovada geografía europea, las organizaciones regionales han tenido y tienen entonces que adaptarse y encontrar una nueva forma de actuar. Claro es el debate en el...

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