Tiempo de Negocios/ Las operaciones electrónicas interbancarias significan el 0.5% del total; el reto de la bancarización y el inicio de la domicia

AutorDarío Celis Estrada

A partir de ayer inició uno de los proyectos más ambiciosos de la Banca comercial: la domicialización. La intención de fondo es lograr una real bancarización en México.

Se cree que en la actualidad existen casi 2 mil millones de recibos anuales correspondientes a pagos periódicos de servicios básicos que utiliza el cliente común del sector bancario.

Esto es 264 millones de recibos de luz, 264 millones de recibos de agua, 264 millones de recibos de predial, 156 millones de recibos de teléfonos en los hogares, 168 millones de recibos de teléfonos celulares.

Agregue 48 millones de registros de alumnos en escuelas particulares, 400 millones de créditos a personas físicas, 36 millones de suscriptores en televisión restringida, 4 millones de suscriptores a clubes privados y 84 millones de recibos de seguros.

La tendencia universal en la Banca comercial es identificar todos los servicios y productos que la Banca presta y establecer sus costos y precios al público. Esta política se justifica por la necesidad de separar costos e ingresos.

En términos generales, lo que se está haciendo es reducir al mínimo las tarifas de las operaciones electrónicas y llevar las tarifas de cheques a su nivel real para desincentivar su uso y evolucionar hacia un sistema de pagos moderno y seguro.

El total de las operaciones bancarias en México representa el 1.2 por ciento de las de Estados Unidos y el 5 por ciento de las de Canadá. Esto es prueba del potencial que existe para elevar la profundidad del sistema financiero mexicano.

Las operaciones electrónicas de tipo interbancario representan en Estados Unidos el 6 por ciento y en Canadá el 4 por ciento, contra apenas 0.5 por ciento del total de nuestro país.

Las tasas de crecimiento en los medios de pago electrónicos son muy altas, pues el proceso de migración hacía éstos es todavía reciente. De hecho se observa una reducción en el uso de los medios de pago más tradicionales como el cheque.

En 1997, del total de operaciones bancarias, el 34 por ciento eran cheques y en el 2000 fueron sólo 19 por ciento. El terreno lo ganaron las tarjetas de débito, cuyas operaciones pasaron del 43 por ciento al 65 por ciento.

En tanto, las transacciones con tarjetas de débito crecieron a un ritmo del 42 por ciento anual promedio entre el 97 y el 2000. En materia de pagos electrónicos, el 95 por ciento se hizo vía el SPEUA.

Actualmente se realizan entre 500 y 600 mil operaciones a través de pago interbancario, lo que representa apenas...

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