Inteligencia emocional al interior de la organización

Se escucha mucho hablar de la Inteligencia Emocional, pero no se conocen los beneficios que brinda cuando se aplica en las empresas. Generalmente se cita a David Goleman con su famosa consigna: "Las personas intelectualmente más brillantes no suelen ser las que más éxito tienen, ni en los negocios, ni en la vida privada"; y a ello agrega Lirio Rivera Pizá, directora de JM Consultores -empresa de consultoría enfocada a la capacitación y selección de personal-, que tampoco tienen mayor éxito quienes sacaron las mejores calificaciones en la escuela, o lograron puntuar con un coeficiente intelectual alto en alguna prueba de inteligencia y, asevera, que las personas con mayor éxito son las que tienen mejor desarrolladas sus habilidades emocionales.

El concepto rápidamente se generalizó al desarrollo y crecimiento personal, la educación de los hijos y el trabajo. Los ejecutivos identificados con alta inteligencia emocional fueron descritos como personas con mejores relaciones interpersonales, con mayor facilidad para tratar conflictos, negociar y por lo tanto más rentables.

A partir de 1995 con el libro "Inteligencia Emocional" el tema adquirió un nuevo significado junto con las habilidades sociales y se planteó la posibilidad de que esta nueva inteligencia fuera evaluada en los procesos de selección, desarrollada con programas vivenciales y tomada en cuenta para planes de sucesión.

Conforme los ambientes empresariales se vuelven más competitivos e impredecibles, marcados por la incertidumbre y la volatilidad, las presiones sobre las personas van siendo mayores friccionando muchas de las relaciones. En el lenguaje ejecutivo algunos conceptos han cobrado mayor...

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