Inmigración: Trasfondo e impacto en elección EU
| Autor | Wayne Cornelius |
En Estados Unidos estamos a punto de celebrar unas elecciones presidenciales en las que, según encuesta tras encuesta, el segundo tema más importante en la mente de los votantes es la inmigración. Es mucho más importante que el cambio climático, la política exterior, los derechos reproductivos, la delincuencia y la sanidad. En la mayoría de las encuestas ocupa el segundo lugar en importancia, sólo superado por las cuestiones económicas.
Esto representa un cambio drástico en la relevancia de los temas. Hasta 2016, en la mayoría de las elecciones federales, menos del 5 por ciento de los votantes consideraba la inmigración como la cuestión más importante. La inmigración es aún más relevante entre los votantes de tendencia republicana, dos tercios de los cuales la consideran en este momento la cuestión más importante a la que se enfrenta el país.
¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué explica el fuerte aumento de la importancia de la inmigración como tema que influye en la decisión de los estadounidenses en unas elecciones presidenciales?
El efecto de Trump
Usted puede decir: "¡Es por culpa de Trump!". De hecho, la creciente relevancia de la inmigración como tema electoral nacional en los últimos años coincide con el ascenso de Donald Trump. Desde el primer día de su campaña presidencial, en 2015, hizo de la inmigración su tema estrella, y se ha mantenido firme en él. "¡Construyan el muro!", se convirtió en el cántico más fervoroso en los mítines de la campaña de Trump, y también ha sido un foco frecuente de su recaudación de fondos de base.
Gobernadores como Greg Abbott en Texas y Ron DeSantis en Florida han sido oportunistas emprendedores antiinmigración, montando la cresta de la ola iniciada por Trump y amplificándola para sus propios fines. Tanto Abbott como DeSantis han demostrado habilidad al elaborar legislación y políticas antiinmigrantes a nivel estatal, que han logrado "nacionalizar" al ser promovidas como modelos para toda la nación. Sin embargo, fue Trump quien les permitió a ellos, y a otros políticos republicanos, convertir tan eficazmente el tema de la inmigración en un arma.
No obstante, atribuir el drástico cambio en la relevancia de la inmigración como cuestión electoral desde 2012 únicamente a Trump y su movimiento "Make America Great Again" (MAGA) sería simplificar demasiado. Hay potentes fuerzas "de fondo" que el trumpismo aprovecha.
En primer lugar, es importante recordar que el nativismo, es decir, el sentimiento antiinmigrante, ha sido una fuerza recurrente en la política estadounidense, remontándose al siglo XVIII. A lo largo de toda nuestra historia, el nativismo ha estado latente justo debajo de la superficie de la política estadounidense, emergiendo y volviéndose políticamente potente cuando nuevas olas de inmigrantes de países culturalmente distintos han llegado a nuestras costas, solo para disminuir cuando se asimilan y se perciben como menos amenazantes.
La actual ola de nativismo puede resultar más duradera, por razones que tienen que ver con el carácter cada vez más globalizado de la migración y con el cambio tecnológico que facilita y fomenta la migración.
Hiperpartidismo: El determinante
El factor que mejor predice la opinión de los estadounidenses sobre la inmigración es la identificación partidista. Los que se identifican como republicanos son mucho más propensos a preferir niveles más bajos de inmigración y a apoyar políticas más restrictivas, especialmente un control más estricto de las fronteras. Los votantes que se inclinan por el Partido Demócrata son más tolerantes con los inmigrantes, es más probable que los consideren un beneficio neto para el país y que se opongan a las deportaciones masivas y a la construcción de un muro fronterizo. Los independientes se dividen más o menos a partes iguales entre opiniones proinmigrantes y antiinmigrantes, quizá con una ligera preferencia por las políticas restrictivas.
Parte de esta diferencia partidista se debe a la clasificación de los votantes por ingresos y educación. En los últimos años, el Partido Demócrata se ha convertido en el partido de los estadounidenses mejor educados, con ingresos medios y altos, más tolerantes con los inmigrantes y que no ven el nivel actual de inmigración como una catástrofe. El Partido Republicano ha atraído a más votantes blancos de clase trabajadora, que prefieren mucha menos inmigración y tienden a ver a los inmigrantes como amenazas culturales, económicas e incluso para la seguridad nacional.
Otra explicación de la división partidista radica en cómo los dos partidos se han estado moviendo en relación con el votante medio. En reacción al extremismo de las políticas de inmigración de Trump durante su presidencia, como la separación de familias migrantes en la frontera y el cierre completo del programa de asilo, el Partido Demócrata se movió hacia el lado izquierdo del espectro ideológico en materia de inmigración. Algunos en el ala progresista del Partido Demócrata se radicalizaron por las duras políticas de Trump, pidiendo la abolición del ICE (la agencia responsable de la aplicación de la ley de inmigración lejos de la zona fronteriza) y la descriminalización de las entradas clandestinas. Se ha vuelto más fácil para los políticos republicanos pintar a los demócratas como extremistas elitistas en materia de inmigración. A falta de un plan claro para reforzar la aplicación de las leyes fronterizas, Biden pasó a ser visto como el defensor de las políticas de "fronteras abiertas".
Por supuesto, muchos factores han contribuido al aumento de la migración durante la presidencia de Biden, incluida la demanda reprimida de migración a Estados Unidos una vez finalizada la pandemia, y el colapso de la economía de Venezuela. La postura más acogedora de la administración Biden probablemente fomentó parte de la migración, pero los políticos republicanos han culpado del aumento de la migración casi por completo a las políticas de Biden. En palabras de un encuestador republicano, Daron Shaw: "La inmigración se está convirtiendo rápidamente en el ejemplo paradigmático de la incompetencia gubernamental".
Desde 2020, se ha invertido la tendencia a largo plazo...
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