Injusticia mata democracia

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Francisco ValdésDirector de la Flacso-MéxicoEL UNIVERSAL El deber primigenio de un Estado moderno y democrático no es la seguridad, sino la justicia. Ésta explica a la primera y no a la inversa. Además de quedarnos cortos, por lo menos infantes en las prácticas avanzadas de la democracia representativa, el gran atorón del Estado democrático en México es la falta de acceso a la justicia. No al MP, ni siquiera a los juzgados, sino a la justicia.No ha habido un consenso político entre las clases dirigentes sobre la necesidad imperiosa de la igualdad jurídico política de las personas. No en el sentido jurisprudencial, sino político. En lo primero la retórica dominante dice que todos somos iguales. Hasta nos ufanamos de introducir cada vez más derechos en la Constitución. Pero cuando vemos la realidad de los ciudadanos nos encontramos con una gran brecha de cinismo.En un estudio reciente (Valdés Ugalde y Ansolabehere, Conflicto constitucional en América Latina. Entre la inclusión y el cinismo, próxima publicación) sobre la protección efectiva de los derechos en 20 democracias latinoamericanas comparamos el grado de inclusión de siete grupos de derechos humanos en las constituciones con la eficacia en su protección por parte de las instituciones encargadas de hacerlo.Dos supuestos son indispensables para abordar el tema. La inclusión de derechos en las constituciones no equivale a su protección efectiva. Tanto la inclusión como la protección implica conflictos en el sistema constitucional: conflictos por inclusión y conflictos por eficacia. De los 20 países estudiados hicimos una clasificación en cuatro categorías según la intersección entre inclusión constitucional y protección efectiva: excluyentes, incluyentes, sinceros y cínicos. Los primeros ni incluyen ni protegen, los incluyentes lo contrario, los sinceros incluyen un cuadro básico y lo protegen con eficacia y los cínicos ponen muchos derechos en la Constitución pero los protegen poco y mal. México está en el extremo de estos últimos junto con Colombia.El problema principal es de coherencia básica. Si se incluyen muchos derechos en la Constitución pero se protegen mal, el resultado es un tipo de acceso a la justicia en el que rebotan las personas que buscan justicia efectiva. Como consecuencia les quedan tres opciones: no hacer nada, emprender acciones por la inclusión y/o protección de sus derechos a través del sistema de...

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