Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, para regular la actividad de las personas recuperadoras de materiales reciclables., de 21 de Septiembre de 2022

Que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, para regular la actividad de las personas recuperadoras de materiales reciclables, suscrita por la diputada María Teresa Castell de Oro Palacios y diputados del Grupo Parlamentario del PANQuien suscribe, diputada María Teresa Castell de Oro Palacios, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 6, numeral 1; 77, numeral I; y 78, del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta soberanía la siguiente iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, al tenor de la siguiente Exposición de MotivosEn México, como en muchos países de la región, existe un enorme número de personas dedicadas a la recolección informal de residuos sólidos urbanos, actividad mejor conocida como pepena, y que dentro del sector informal representa una de las labores más riesgosas, debido principalmente al contacto continuo con desechos y materiales potencialmente dañinos para la salud, así como los nulos protocolos de sanidad y en materia laboral.Dicha actividad, consiste llanamente en recolectar y separar los residuos urbanos para seleccionar aquellos que pudiesen tener mayor valor comercial; generalmente buscan materiales como aluminio, cobre, cartón, plástico, PET, entre otros, los cuales comercializan con empresas o establecimientos que los procesan para convertirlos en materias primas y así reintroducirlos a la cadena de valor. Para ello, quienes se dedican a esta actividad suelen recorrer las calles, plazas, parques, etcétera, o bien, en los basureros a cielo abierto en busca de esta fuente de ingresos. 1La pepena se deriva principalmente del aumento demográfico que se ha dado en décadas recientes a nivel global, lo que trae consigo un mayor consumo de productos, bienes y servicios que generan grandes cantidades de desechos, muchos de ellos reciclables y que, al ser vendidos, supone una fuente de ingresos para quienes se dedican a la actividad.Muestra de lo anterior son los datos ofrecidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en su Diagnóstico básico para la Gestión Integral de los Residuos de 2020, año en que se produjeron 43 millones 846 mil 120 toneladas de residuos sólidos urbanos, equivalente a 0.944 kg diarios per cápita, lo que representa un aumento considerable respecto a años anteriores, solo por debajo de 2015, donde se registró el máximo histórico con más de 53 millones de toneladas. 2De las cantidades antes mencionadas, alrededor del 70 por ciento son de origen doméstico, es decir, provenientes de actividades cotidianas, donde el 31.5 por ciento es factible para su recuperación, lo que representa un umbral amplio para quienes dependen de la pepena. Los elementos que se mencionan a continuación son aquellos que en mayor medida son susceptibles de aprovechamiento.inline_imageElaboración propia, con datos de: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2020), Diagnóstico básico para la gestión integral de los residuos.Lo anterior da cuenta del universo de materiales con que los recuperadores de residuos suelen trabajar; pero en este tenor es necesario considerar que la capacidad de recolección de cada persona, así como sus ganancias, dependerá enteramente del producto en el cual se enfoquen, así como los medios con que se cuente para dicho fin, puesto que resulta evidente que no procesará las mismas cantidades una persona que utiliza un vehículo automotor, que aquella que realiza su labor en carretas tradicionales o a pie.Por consiguiente, ante mayor cantidad de basura recolectada y procesada para su venta, mayores serán las ganancias, lo cual resulta complicado principalmente por la dificultad técnica para su transporte, así como por los bajos precios en que se suele comprar el producto de la pepena.En 2022, los precios pagados por los materiales reciclados fueron relativamente bajos, como el caso del kilogramo de PET, el cual ha rondado entre los $4.50; el de cartón $2.00; el papel entre $2.00 y $3.00 dependiendo del tipo; o el aluminio, que se paga entre $10.00 y $20.00 el kilogramo. 3Es decir, los pepenadores deben recolectar, almacenar y transportar grandes cantidades de material para que la actividad les sea redituable, lo que la mayoría de las veces no resulta así.Su compleja situación económica se complicó aún más con la aparición del virus causante de la Covid-19, ya que a raíz de su llegada no solo debieron tomar precauciones adicionales ante el riesgo de contagio por el contacto con cubrebocas, caretas y demás artículos inseguros que se pueden hallar en la basura, sino porque además disminuyó la cantidad de residuos en distintas localidades de México, como el caso del tiradero Neza III, en el Estado de México, donde se pasó de recibir 120 toneladas diarias a tan solo 80. 4Socialmente también se suele estigmatizar la labor, debido a la connotación negativa que supone trabajar manipulando directamente los residuos del resto de la población, además de ser una actividad realizada principalmente por los sectores más pobres de la sociedad.Incluso, en años anteriores, los tiraderos de basura y la pepena que en ellos se realiza solía tomarse como un fenómeno propio de la periferia de los centros urbanos, empero, conforme ha avanzado el crecimiento humano y la expansión geográfica de los asentamientos, la situación se fue transformando hasta convertirse en uno de los grandes temas pendientes para el país, que aún no se ha atacado con acciones contundentes que permitan una reducción en los índices de contaminación por residuos sólidos y, por consiguiente, en las condiciones de trabajo y sanidad de quienes dependen de la recolección.Respecto a estos trabajadores, diversas investigaciones comenzadas en los años setenta y que se han mantenido hasta la actualidad dan cuenta de una serie de...

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