Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud., de 5 de Julio de 2017

Que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud, suscrita por Wendolin Toledo Aceves y diputados del Grupo Parlamentario del PVEM y recibida en la sesión de la Comisión Permanente del miércoles 5 de julio de 2017

Quienes suscriben, Wendolin Toledo Aceves y diputados del Partido Verde Ecologista de México en la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 6, numeral 1, fracción I, 77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, someten a consideración de esta soberanía la presente iniciativa con proyecto de decreto, por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, al tenor de la siguiente Exposición de Motivos

Las infecciones asociadas a la atención de la salud (IAAS), conocidas también como infecciones nosocomiales o intrahospitalarias, son un problema crítico de salud pública a nivel mundial de gran trascendencia económica y social, además de que constituyen un desafío para las instituciones de salud y el personal médico responsable de su atención.

Las IAAS se asocian con altas tasas de morbilidad y mortalidad, lo que se traduce no sólo en un incremento en los días de hospitalización y los costos de atención sino, también, en un incremento en los años de vida ajustados de discapacidad en la población. + 1

Debido a que las infecciones nosocomiales son complicaciones en las que se conjugan diversos factores de riesgo que en su mayoría pueden ser susceptibles de prevención y control, resulta fundamental la evaluación continua sobre los programas y políticas establecidas para su control a escala nacional.

Las IAAS se definen como “una infección contraída en el hospital por un paciente internado por una razón distinta de esa infección”. Operacionalmente, las infecciones que ocurren después de 48 horas del internamiento se consideran como nosocomiales.

La inversión realizada para prevenir las IAAS debe reducir esos costos, además de generar beneficios para la salud y bienestar del paciente, así como disminuir las repercusiones económicas de dichas infecciones para el individuo y la sociedad.

Estas infecciones son un indicador de la calidad de los servicios otorgados. En la actualidad, la eficiencia de una institución de salud se mide no sólo por los índices de mortalidad y el aprovechamiento del recurso cama, sino también, por la tasa de IAAS. Por ello, su control es un componente esencial del fortalecimiento de la seguridad de los pacientes.

Las infecciones asociadas a la atención de la salud son adquiridas por los pacientes mientras reciben atención y representan el evento adverso más frecuente. Sin embargo, la carga global aún se desconoce debido a la dificultad para obtener datos fiables. En muchos lugares, como unidades de atención ambulatoria y de crónicos, las IAAS parecen ser un problema oculto, intersectorial que ninguna institución o país puede presumir de haber resuelto aún.

La vigilancia de las IAAS es compleja y requiere el uso de criterios estandarizados, disponibilidad de servicios de apoyo diagnóstico y experiencia para llevarla a cabo e interpretar los resultados. Existen sistemas de vigilancia de las IAAS en varios países de ingresos altos, pero son prácticamente inexistentes en la mayoría de países de ingresos bajos y medos.

El riesgo de adquirir una IAAS es significativamente mayor en unidades de cuidados intensivos (UCI), aproximadamente 30 por ciento de los pacientes son afectados por al menos un episodio de IAAS con morbilidad y mortalidad asociada sustancial. La densidad de incidencia acumulada fue de 17 episodios por mil días paciente en pacientes adultos de alto riesgo en países industrializados. Mientras que la incidencia en países de ingresos bajos y medios osciló entre 4.4 y 88.9 por ciento y la densidad de incidencia acumulada fue de 42.7 episodios por mil días paciente. La mayor frecuencia de infecciones se asocia con el uso de dispositivos invasivos, en particular líneas vasculares centrales, sondas vesicales, y ventiladores.

En 80 por ciento de las IAAS, la vía de trasmisión son las manos. La transmisión de patógenos asociada con la atención de la salud se produce mediante contacto directo e indirecto, gotitas, aire y un vehículo común. El patrón más común en la mayoría de los casos es el contagio mediante manos contaminadas de los trabajadores de la salud y requiere cinco etapas secuenciales: • Los organismos están presentes en la piel del paciente, o se han diseminado entre objetos inanimados cercanos al paciente; • Los organismos son transferidos a las manos de los trabajadores de la salud; • Los organismos sobreviven durante varios minutos en las manos de los trabajadores de la salud; • La higiene de manos (HM) o la antisepsia de manos de los trabajadores de la salud es inadecuada o se omite, o bien, el agente empleado es inadecuado; y • La mano o manos contaminadas del trabajador de la salud entran en contacto directo con otro paciente o con un objeto inanimado que posteriormente entra en contacto directo con el paciente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria en países desarrollados se sitúa en 7.6 infecciones por cada 100 pacientes, mientras que en los países en desarrollo es de 15.5 por cada 100 pacientes. 2

La Joint Commission (que actualmente es la organización con más experiencia en acreditación sanitaria de todo el mundo), en sus Metas de Seguridad del Paciente exige que, como el principal medio de prevención de las IAAS, los hospitales cumplan con las directrices de higiene de manos de la Organización Mundial de la Salud y/o Centros para el Control de Enfermedades y Prevención.

Por desgracia, las tasas de cumplimiento de las recomendaciones de higiene de manos son inaceptablemente bajas en la mayoría de los hospitales. Allegranzi y otros autores reportaron en 2013 los siguientes hallazgos en 43 hospitales de cinco países: el cumplimiento promedio en Costa Rica fue de 39.7 por ciento, Italia 55.2, Mali 8, Pakistán 38.2 y Arabia Saudita 41.7. Y por servicios unidad de terapia intensiva 51.7, cirugía 35.8, urgencias 26.7, medicina interna 10.9 y pediatría 49.8.

En el documento Guidelines for hand hygiene in healthcare settings 2002, de la CDC, se refiere un cumplimiento promedio de 40 por ciento con un intervalo de 5 a 81 por ciento. El doctor Didier Pittet, en un artículo publicado en 2001, refiere que el cumplimiento promedio de las recomendaciones sobre higiene de manos varía entre los servicios hospitalarios, las categorías profesionales de los trabajadores de la salud y de acuerdo con las condiciones de trabajo; sin embargo, el promedio en términos generales es menor de 50 por ciento, con un intervalo de 16 a 81 por ciento.

El doctor Yves Longtin, de la Unidad de Prevención y Control de Infecciones del Jewish General Hospital, refiere que los 10 principales obstáculos para el cumplimento de la higiene de manos son • Desconocimiento; • Creer que el cumplimiento de HM en la unidad es excelente; • Cocimiento pobre sobre el momento adecuado para realizar la HM; • Incredulidad sobre la eficacia de la HM en la prevención de infecciones; • Cultura de dejar de hacer; • Incredulidad sobre la eficacia de las soluciones base alcohol; • Competencia entre otras actividades; • No realizar higiene de manos como un reflejo; • Uso de guantes; y • Los eventos adversos producidos por la omisión de HM se presentan más tarde.

La mejora en el cumplimiento de HM se logra a través de estrategias multimodales como lo demuestran múltiples estudios. En el estudio de Allegranzi, el cumplimiento global incrementó 16 puntos porcentuales postintervención, se observó un mayor aumento del cumplimiento en países de ingresos bajos y medios comparados con países de ingresos altos.

Efectos similares los reportaron Rosenthal y otros autores, en 2013, cuando se aplicó una estrategia multimodal en 19 países con ingresos limitados de América Latina, Asia, Oeste Medio y Europa, con un seguimiento de 13 años; el cumplimiento global incrementó 23.1 puntos porcentuales.

El efecto de la HM en las tasas de IAAS también se ha reportado en muchos estudios clínicos: Casewell y Philips, de 1997, disminución de IAAS; Klebsiella spp; Maki y Hecht, de 1982, reducción de las tasas de...

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