Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de los Códigos Penal Federal, y Federal de Procedimientos Penales., de 6 de Marzo de 2008

QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LOS CÓDIGOS PENAL FEDERAL, Y FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, SUSCRITA POR LOS DIPUTADOS ESMERALDA CÁRDENAS SÁNCHEZ Y ÉDGAR ARMANDO OLVERA HIGUERA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN

Los suscritos, diputados Esmeralda Cárdenas Sánchez y Edgar Armando Olvera Higuera, integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LX Legislatura, de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, sometemos a la consideración de este honorable Congreso de la Unión, la presente iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma y adicionan diversas disposiciones del Código Penal Federal y del Código Federal de Procedimientos Penales, a fin de fortalecer el marco jurídico en materia de combate a los delitos cometidos en contra de la función pública, misma que se fundamenta y motiva bajo la siguiente

Exposición de Motivos

El funcionario público, siervo de la nación, está obligado a transparentar sus ingresos, su origen, su monto frente a los mexicanos. Escamotear esa información mediante el cobijo de la ley que ampara el secreto implica necesariamente un agravio.

José María Morelos y Pavón

La corrupción ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que desde que el hombre se puso en pie. La corrupción nace y se desarrolla desde las más altas fuentes del poder, cuna mayor, donde se potencializa la corrupción, poder absoluto, corrupción absoluta. Esta corrupción que emana desde las fuentes del poder, con el tiempo, se extiende a todas las clases sociales.

La corrupción es el uso indebido de la autoridad, entidad o poder público, para el beneficio privado por medio de soborno, extorsión, venta de influencia, nepotismo, fraude, cohecho o malversación 1 . Una definición en sentido general, según Kauffman, es la utilización o abuso de un cargo público en beneficio propio. Por su parte, Van Klaveren define la corrupción como la utilización de cargos públicos como una plataforma para obtener ingresos ilegales. Transparencia Internacional la define de acuerdo con Gianfranco Pasquino: "se designa como corrupción al fenómeno por medio del cual un funcionario público es impulsado a actuar de modo distinto a los estándares normativos del sistema para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. Corrupto es por tanto el comportamiento desviado de aquel que ocupa un papel en la estructura estatal" (Transparencia Internacional Latinoamericana y el Caribe, 1999).

Como puede percibirse, la corrupción constituye un fenómeno político, social y económico a nivel mundial. Es un mal universal que corroe las sociedades y las culturas, se vincula con otras formas de injusticias e inmoralidades, provoca crímenes y asesinatos, violencia, muerte y toda clase de impunidad; genera marginalidad, exclusión y miedo en los más pobres, mientras utiliza legítimamente el poder en su provecho.

Afecta a la administración de justicia, a los procesos electorales, al pago de impuestos, a las relaciones económicas y comerciales, nacionales e internacionales, y a la comunicación social. Está por igual en la esfera pública como en la privada, y una y otra se necesitan y complementan. Se liga al narcotráfico, al comercio de armas, al soborno, a la venta de favores y decisiones, al tráfico de influencias, al enriquecimiento ilícito. Además de que la corrupción refleja el deterioro de los valores y virtudes morales, especialmente de la honradez y de la justicia, atenta contra la sociedad, el orden moral, la estabilidad democrática y el desarrollo integral de los pueblos.

Sabido es de todos que la corrupción no es exclusiva de una época histórica determinada ni de países centralizados, federados, desarrollados o subdesarrollados. El fenómeno ha socavado también en muchos países del primer mundo 2 y las prácticas comerciales internacionales de algunas de las mayores potencias económicas, también han influido en la expansión de la corrupción en los países en vías de desarrollo 3 . Así pues, es un hecho incontrovertible que la corrupción es un fenómeno que ha existido desde tiempos inmemoriales en todos los sistemas políticos. Es más, autores como Heidenheimer consideran al fenómeno como endémico en todas las formas de gobierno 4 . Ni siquiera el estado democrático de derecho escapa a este grave problema, aunque teóricamente el mismo se funda sobre el principio de la investidura de los gobernantes por los gobernados, a través de elecciones libres y en el sometimiento de los primeros a un marco de legalidad, el cual es puesto en entredicho cuando se presenta el fenómeno de la corrupción 5 .

Como muchos otros países democráticos, México no ha sido la excepción a este problema. La corrupción en el sector público y el desvío de los recursos sociales y estatales son un hecho que si bien es cada vez menos frecuente, sigue existiendo, mermando por ende las bases de legitimidad de las autoridades de cualquier nivel de gobierno, abriendo además, una brecha de dimensiones a veces desconocidas, entre voluntad popular y acto de gobierno.

La corrupción administrativa en México existe desde la época de la colonización. Con el fin de encontrar riqueza, y a medida de que las sociedades van avanzando, aparecen más elementos para hacer comparaciones en los niveles de vida de los individuos este mal se agudiza más, y hoy día es uno de los temas obligatorios de políticos, religiosos, filósofos y pensadores de todo índole.

Podríamos definir a la corrupción administrativa como el traspaso indebido de recursos desde un fin legítimo a otro ajeno a las finalidades del servicio público. Asimismo, se define por su actor principal, el funcionario público (o los políticos que ejercen funciones administrativas), de manera que el político que asume un cargo administrativo también pasa a ser sujeto posible de la corrupción administrativa.

En síntesis, la corrupción administrativa es un proceso perverso realizado por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, que consiste en apropiarse o desviar indebidamente recursos asignados directa o indirectamente a la atención de los usuarios, y puede asumir, además, las formas veladas de la ineficiencia deliberada o no deliberada y de actos conforme a las normas que implican el mismo efecto de desviar recursos de su destino legítimo.

En México por ejemplo, este fenómeno ha beneficiando intereses particulares en perjuicio de los públicos, razón por la cual nuestro país ocupa la posición número 65 a nivel mundial en la tabla de Transparencia Internacional, en tanto que en la entidad nacional, el Distrito Federal es el estado con mayor índice de corrupción.

La Encuesta Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (ENCBG) por trámite 2001 y 2003 registró casi 214 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos anualmente.

Por desgracia, todavía existen oficinas de gobierno y empresas paraestatales que se han convertido en fuentes de ineficiencia y corrupción. Los ejemplos de enriquecimiento desmedido a costa de puestos o cargos públicos en México siguen siendo noticia común en la actualidad, ya que muchos de quienes obtuvieron posiciones clientelares dentro del Estado, las siguen utilizando para amasar grandes...

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