Iniciativa parlamentaria que expide la Ley Federal de Mecenazgo Ciudadano., de 3 de Mayo de 2017

Que expide la Ley Federal de Mecenazgo Ciudadano, presentada por Macedonio Salomón Tamez Guajardo en nombre de Clemente Castañeda Hoeflich, diputados del Grupo Parlamentario de Moviemiento Ciudadano, en la sesión de la Comisión Permanente del miércoles 3 de mayo de 2017

El suscrito, Clemente Castañeda Hoeflich, diputado del Grupo Parlamentario Movimiento Ciudadano, de la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados, con fundamento en lo señalado en el artículo 71, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6, numeral 1, fracción I, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, somete a consideración la siguiente iniciativa con proyecto de decreto que expide la Ley Federal de Mecenazgo Ciudadano, con base en la siguiente: Exposición de Motivos “Ver el milagro de la cultura como una actividad más o menos superflua es no tener sentido de la realidad. La cultura es el origen y la culminación del desarrollo 1 .” Gabriel Zaid “En un tiempo muy distinto del nuestro, y por hombres cuyo poder de acción sobre las cosas era insignificante comparado con el que nosotros poseemos, fueron instituidas nuestras Bellas Artes y fijados sus tipos y usos. Pero el acrecentamiento sorprendente de nuestros medios, la flexibilidad y la precisión que éstos alcanzan, las ideas y costumbres que introducen, nos aseguran respecto de cambios próximos y profundos en la antigua industria de lo bello. En todas las artes hay una parte física que no puede ser tratada como antaño, que no puede sustraerse a la acometividad del conocimiento y la fuerza modernos. Ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son, desde hace veinte años, lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción misma del arte.” Paul Valéry, La conquête de l’ubiquité

  1. Desde el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información, se han extendido por el mundo un sinfín de modelos comunicacionales y de interacción social, que hacen cada vez más posible la participación ciudadana en gran escala sobre la toma de decisiones fundamentales para la vida pública, convirtiéndose así en instrumentos cruciales para la implementación de una democracia más directa y participativa.

    Nuestro país no puede quedarse a la zaga en cuanto a la construcción de los mejores instrumentos para generar participación ciudadana de la mano de las nuevas tecnologías de la información, sino que debemos llevar a cabo un análisis exhaustivo de aquellos nichos de la vida pública que pueden encontrar un poderoso florecimiento y verse impulsados de manera trascendental por el nuevo marco comunicacional de lo que Marshall McLuhan llamó la aldea global : “...los descubrimientos electromagnéticos han hecho resucitar el ´campo´ simultáneo en todos los asuntos humanos, de modo que la familia humana vive hoy en las condiciones de ´aldea global´. Vivimos en un constreñido espacio único... 2 ”

    Esta emergencia del mundo como una aldea global significa que la sociedad contemporánea encuentra que su imbricada red informativa permite la comunicación simultánea e inmediata, lo que no sólo revolucionó los estándares informativos de la antigüedad en términos de inmediatez, calidad y riqueza, sino que además hizo posible la transferencia de informaciones que antes estaban vedadas debido a que únicamente se poseía el registro lingüístico, es decir que hizo posible la comunicación en registros visuales y auditivos que antes resultaba imposible transmitir, y de ahí que McLuhan insista en que “a partir del telégrafo y la radio, el globo se ha contraído, especialmente, al tamaño de una aldea grande” 3 .

    Esta revolución sobre los modelos de comunicaciones, han llevado a un replanteamiento general de las instituciones culturales de nuestro tiempo, al punto en que incluso Jacques Derrida ha llamado a la construcción de un nuevo concepto de universidad , que constituye la institución cultural por antonomasia de la modernidad, debido a que las nuevas tecnologías de la información trastocan o desestabilizan su esencia institucional: “Esta nueva ´etapa´ técnica de la virtualización (informatización, numerización, mundialización virtualmente inmediata de la legibilidad, teletrabajo, etcétera.) desestabiliza, todos tenemos experiencia de ello, el hábitat universitario. Trastorna su topología, inquieta todo lo que organiza sus lugares, a saber, tanto en el territorio de sus campos y de sus fronteras disciplinares como sus lugares de discusión, su campo de batalla... 4 ”

    Lo anterior significa que estamos ante un nuevo paradigma cultural para el siglo XXI, creado por los nuevos estándares comunicacionales, y acelerado por una creciente globalización que posibilita una virtual inmediatez en lo que se refiere tanto al transporte de personas y al tráfico de mercancías, como a la participación en eventos culturales o comerciales.

    Este nuevo horizonte cultural ha generado diversas herramientas de colaboración entre personas a través de las nuevas tecnologías de la información, así como una nueva forma de relacionarse entre los artistas y el público en general, eliminando cada vez más a los intermediarios culturales que anteriormente establecían unilateralmente los canales de comunicación entre el público y los creadores.

    Así es como también las grandes industrias culturales, representadas principalmente por la radio y la televisión, han visto desplazado su anterior protagonismo en lo que se refiere a la generación de espacios culturales accesibles a una gran cantidad de personas de manera inmediata. Estas industrias culturales del siglo pasado se constituyeron en la práctica como elementos que estandarizaban la cultura y la asimilaban como una mera técnica de producción en serie, tal y como señalaron Adorno y Horkheimer en la Dialéctica de la Ilustración : “... la técnica de la industria cultural ha llevado sólo a la estandarización y producción en serie y ha sacrificado aquello por lo cual la lógica de la obra se diferenciaba de la lógica del sistema social. 5 ”

    Ante esa lógica cultural que excluía la diferencia, el surgimiento de las nuevas tecnologías representó un nicho de oportunidades para que los creadores y artistas independientes o de vanguardia, establecieran canales de comunicación con el público y para que fuera éste directamente quien no sólo juzgara la obra artística, sino que incluso pudiera sufragar e incluso participar en proyectos culturales.

    Fue así como surgió el llamado crowdfunding , mejor conocido en castellano “como micro - mecenazgo” o “micro - financiamiento”. El micro-mecenazgo consiste en la generación de una herramienta digital como una página web o una aplicación informática, que funciona como plataforma para que el ciudadano esté en condiciones de evaluar y juzgar un proyecto cultural o empresarial, y en tal sentido realizar aportaciones para que dicho proyecto llegue a buen puerto.

    El crowdfunding o micro - mecenazgo en el ámbito cultural, ha sido una herramienta crucial para la financiación independiente de la cultura por parte de la ciudadanía, y sobre todo una plataforma única para la participación ciudadana en los procesos creadores y artísticos, que hace posible que el público seleccione a aquellos artistas o aquellos proyectos que más despiertan su asombro o sensibilidad estética.

    Es por ello que la presente iniciativa contempla un esquema de financiación a la cultura mediante el ejercicio de un presupuesto participativo, que en combinación con donativos de la ciudadanía, constituya un Fideicomiso cuyos recursos son finalmente destinados directamente por los ciudadanos a sus mejores artistas y creadores, eligiéndolos a través de plataformas digitales o electrónicas.

    De esta forma, el micro-mecenazgo se constituye para las nuevas políticas culturales, como una valiosa oportunidad para la desintermediación financiera entre el Estado y sus artistas y creadores, así como entre la ciudadanía y los mismos. Así se crea un puente en que el fomento cultural es propiciado tanto por particulares como por el subsidio del Estado, en un esquema de financiación que Gabriel Zaid señala como idóneo para el fomento cultural: “Es deseable que el acceso a las grandes obras creadoras esté al alcance de todos, sin necesidad de fomento cultural, por el simple contagio de unos aficionados a otros, en circunstancias favorables. Pero hay que crear esas circunstancias favorables. Si, para crearlas, basta la organización de mercados, enhorabuena [...]. Pero no basta: hay que subsidiar las actividades valiosas, pero deficitarias. Lo ideal, por supuesto, es que el subsidio corra por cuenta de particulares. Pero no hay ninguna razón para descartar el subsidio del Estado. A la sociedad le conviene facilitar que todos tengan la oportunidad de cultivarse, aunque muchos prefieran no hacerlo. 6 ”

    Es por ello que la presente iniciativa busca trasladar el esquema de desintermediación generada entre los particulares y el público a través del crowdfunding , hacia el interior de los programas culturales del Estado Mexicano, para de esa forma promover la desburocratización del sistema cultural y la participación ciudadana,mediante la creación de un Fideicomiso que ponga a disposición de la ciudadanía un presupuesto participativo para la cultura y que sea susceptible de recibir donaciones por parte de particulares.

    Así, el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano reafirma su voluntad de poner al alcance de los ciudadanos las decisiones trascendentales sobre las políticas públicas de nuestro país , para...

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