Iniciativa parlamentaria que expide la Ley Federal de Asistencia a Madres Solteras Jefas de Familia., de 9 de Febrero de 2010

QUE EXPIDE LA LEY FEDERAL DE ASISTENCIA A MADRES SOLTERAS JEFAS DE FAMILIA, A CARGO DEL DIPUTADO ALEJANDRO CARABIAS ICAZA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PVEM

Alejandro Carabias Icaza, diputado integrante de la LXI Legislatura del honorable Congreso de la Unión y del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, con fundamento en los artículos 71, fracción II, y 73, fracción XXX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, presenta ante el pleno de esta honorable asamblea, la presente iniciativa mediante la cual se expide una Ley Federal de Asistencia a Madres Solteras Jefas de Familia, con base en la siguiente

Exposición de Motivos

La participación cada vez más activa del género femenino en el mercado de trabajo, está incidiendo en el ambiente familiar. Las mujeres por diversas razones han tenido que asumir las funciones de jefe de familia como proveedoras únicas y responsables de los ingresos y las labores del hogar, y cubrir aspectos como los afectivos-emocionales y formadores de los hijos.

Tan sólo en tres décadas los hogares encabezados por mujeres se incrementaron considerablemente: al pasar de 13.5 por ciento de los hogares con jefatura femenina en 1976, a 23.3 por ciento en 2006. Lo anterior refleja que poco más de una quinta parte de los hogares mexicanos se caracteriza por estar dirigido por una mujer. 1

De igual forma la participación de la mujer en el trabajo se ha incrementado, al pasar respectivamente de 17.6 por ciento a 36.8 por ciento y a 42 por ciento en 1970, 1995 y 2008.

Asimismo, cada vez son más frecuentes los hogares donde la responsabilidad de un grupo familiar recae en una mujer sola. Tan solo de 1990 a 2005 los hogares con jefatura femenina se han duplicado y han pasado de 2.8 millones a 5.7.

Es decir, para 2005, de los 24.8 millones de hogares que había en el país, 23 por cada 100 son dirigidos por una mujer, de los cuales 16 de 100 con jefatura femenina son unipersonales; es decir, compuestos por un jefe del hogar más otros parientes. 2

En estos términos, debemos tener claro que "las mujeres que son jefas de familia enfrentan la doble necesidad de obtener ingresos suficientes para sus familias y atender las responsabilidades del cuidado y crianza de sus hijos, e incluso de otros familiares mayores".

Lo anterior, demanda reconocer la necesidad de establecer políticas públicas que tengan por objeto el mejoramiento de la situación social de las mujeres jefas de familia solas y de sus hijos, segmento que ha crecido en los últimos años.

Sobre todo, porque a pesar de la mayor participación de las mujeres en la vida nacional, siguen viviendo situaciones de pobreza, desigualdad y discriminación en ámbitos como el laboral, político, de salud y en sectores específicos como el trabajo doméstico y los reclusorios.

Peor aún, la reciente crisis económica trajo consigo graves efectos que agravaron más las diferencias entre hombre y mujer.

En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo 3 advirtió que el impacto de género de la crisis económica, en términos de tasas de desempleo, sería más perjudicial para las mujeres que para los hombres.

En nuestro país, en el 2008 la tasa de desempleo creció más rápido entre mujeres que entre los hombres y para el mes de septiembre de 2009, la "tasa de desocupación" fue de 6.41 por ciento, la cual presentó un mayor crecimiento en las mujeres al pasar de 4.45 por ciento a 7.07 por ciento de septiembre de 2008 a igual mes de 2009, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

En consecuencia, al menos en el segundo semestre de 2008, 4 35 mil jefas de familia perdieron su trabajo, lo que les representó la pérdida de un ingreso indispensable para mantener a sus familias.

En este contexto, resulta indispensable adoptar medidas que favorezcan a las mujeres, ya que en nuestro país representan cerca del 51 por ciento de la población y una quinta parte de los hogares mexicanos son encabezados por mujeres, por lo que el bienestar o marginación de las mujeres repercute no sólo en ellas, sino en todos los que conforman el hogar.

Particularmente, quienes lo resienten en mayor medida son los hijos menores de edad, quienes por falta de recursos económicos abandonan la escuela para ayudar a sus mamás. Simplemente en nuestro país "hay 3 millones 647 mil 67 trabajadores entre 5 y 17 años, de un total de 29millones 203 mil 394 niños y niñas en este mismo rango de edad. Lo que significa que el 12.5 por ciento de la población infantil de 5 a 17 años está trabajando. 5 " Asimismo, de acuerdo con un estudio de UNICEF "la mayor parte de los niños y niñas de México que trabajan lo hace por razones asociadas con la necesidad de aportar recursos (bienes y servicios) al hogar.

En consecuencia, la falta de recursos económicos de las mujeres jefas de familia para proveer a las necesidades del hogar, puede representar una grave dificultad para que los niños y niñas menores de edad asistan a la escuela o tengan acceso a servicios de salud. A manera de ejemplo, tan solo 10.5 por ciento de los niños y niñas entre 5 y 17 años de edad no asiste a la escuela, es decir, aproximadamente 3 millones 74 mil 874 niños y niñas. 6 En consecuencia, el trabajo infantil constituye un impedimento para el ejercicio de un derecho fundamental, como lo es el derecho a la educación.

De igual forma, la probable inestabilidad generada en el hogar por la falta de recursos económicos y sociales, podría incentivar la formación de...

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