Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona los artículos 6 y 13 Bis de la Ley Minera., de 7 de Diciembre de 2016

Que reforma y adiciona los artículos 6 y 13 Bis de la Ley Minera, a cargo del diputado Luis Manuel Hernández León, del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza

Quien suscribe, Luis Manuel Hernández León, diputado del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, en ejercicio de la facultad conferida en la fracción II del artículo 71, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 6, numeral 1, fracción I, 77, numeral 1 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración del pleno de la honorable Cámara de Diputados la presente iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 6 y 13 Bis de la Ley Minera, con base en el siguiente

Planteamiento del problema

La Ley Minera, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de junio de 1992, y Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia de explotación, usufructo o aprovechamiento de los recursos mineros del subsuelo, establece las contraprestaciones económicas o en especie que los concesionarios deberán cubrir al Estado mexicano por dichas actividades.

En su contenido regula la exploración, explotación y beneficio de los minerales o sustancias, mismos que son considerados de utilidad pública, 1 determinando la concesibilidad 2 de minerales en general, así como los relativos a la incorporación o desincorporación de zonas de reservas mineras y número de certificaciones en ese sector.

Tradicionalmente, desde la Colonización española, nuestro país ha sido considerado un importante productor de minerales, al ubicarse en el primer lugar de América Latina y el cuarto más significativo en el concierto mundial. La doctora María Teresa Sánchez Salazar, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, indica que México se consolidó en el 2011 como el primer productor a nivel mundial de plata, revelando que entre los años 2000 y 2010, se ha extraído más de la mitad del total de plata que se obtuvo en los trescientos años de la época colonial. Y lo mismo ha ocurrido con el oro, que al término de la primera década del siglo XXI, por primera vez en la historia, México se encontró en la novena posición en producción de este metal en el mundo. 3

En resumen, el país se sitúa como el primer productor de plata, el décimo en cobre y el onceavo en oro en todo el globo terráqueo, gracias a su caudal tan diversificado que nos posiciona dentro de las diez principales naciones que poseen depósitos de 16 tipos de minerales. 4

En los últimos años, esta riqueza minera ha llamado poderosamente la atención de los inversionistas nacionales y extranjeros dedicados a la industria extractiva, por dos importantes factores, a saber: 1. La capacidad y potencialidad del número de depósitos o minerales que comprende metales como silicio, bismuto, manganeso, plomo, zinc y metales preciosos como oro, plata y cobre. 5 2. La legislación y factores económicos del país prometen incentivos tributarios tan atractivos que estimulan la competitividad; además, las regalías mineras que se ofrecen son muy atrayentes. Por ejemplo, una empresa minera puede explorar y explotar las minas o depósitos minerales hasta por un periodo de cincuenta años, con la posibilidad de renovar el permiso por otro ciclo igual. 6 En tanto, la Secretaría de Economía y su dependiente, el Servicio Geológico Mexicano, asumen una función consultora, pues proporcionan asesoría técnica y geológica sobre nuestros recursos minerales.

Si bien es cierto que existe inversión nacional en la industria minera, también lo es que las empresas extranjeras son las que han concentrado un gran número de explotaciones mineras, sobre todo, aquellas enfocadas a la extracción de metales preciosos como el oro y la plata; prueba de ello es que del total de los proyectos de exploración, 30 por ciento son empresas mexicanas, en tanto, el 70 por ciento restante está en manos de capitales extranjeros, 7 mayoritariamente canadienses. 8

La industria extractiva se ubica como la quinta fuente de divisas que ingresan al país, encontrándose por encima del turismo, pero debajo de las remesas que envían nuestros connacionales que radican o trabajan fuera del territorio nacional. 9

La importancia de este flujo de divisas radica en el incremento que se ha observado en la última década, pues en el año 2007 se contaba con un padrón del orden de 15 mil 510; mientras que para el año 2014 ese registro alcanzó la suma de 25 mil 104 de concesiones mineras, lo que representa un crecimiento de 59.8 por ciento. 10

Sin embargo, no todo ha sido positivo para el sector y el resto de la población, pues mucho se ha cuestionado alrededor de esa actividad minera, traducido en múltiples interrogantes que giran en torno a la opacidad, el favoritismo y discrecionalidad que muestran las autoridades para el otorgamiento de las concesiones o asignaciones para la exploración y explotación de los yacimientos a empresas extranjeras.

Algunos otros aspectos que complican la situación del sector minero y que se presentan frecuentemente son aquellos que están vinculados a los problemas de la seguridad, así como los conflictos que se suscitan con las comunidades y otros sectores productivos como la agricultura y el turismo.

Según la investigadora de la UNAM antes citada, “el problema no son las empresas; lo que sucede es que las políticas y las leyes están a su favor, pues les han puesto todo en charola de plata: reportan pocos impuestos; obtienen concesiones a precios muy bajos por hectárea y no por el valor del volumen extraído. Pueden desalojar poblaciones, provocar grandes problemas ambientales y las autoridades competentes no aplican ninguna sanción”. 11

Además, en las últimas décadas, la industria minera se posicionó como una de las actividades económicas más dinámicas, caracterizada por la mayor participación de agentes preponderantes que operan con tecnología más avanzada, tanto en la exploración como en la extracción de minerales, entablándose una relación siniestra con el medio ambiente.

En este sentido, el agua, el suelo y el aire son los mayormente afectados durante el beneficio y transformación de minerales, debido a los lixiviados 12 y gases que se desprenden en los procesos de trituración, lavado, corrosión y mecanismos químicos de separación.

Para mayor fortalecimiento de lo antes expuesto, es oportuno decir que en su momento, los medios de comunicación masiva, tanto electrónicos como escritos, dieron cuenta a la opinión pública de los trágicos acontecimientos que se suscitaron en el sector minero, como los que a continuación se traen a colación: a) Conviene recordar a la minera Buenavista del Cobre, que se estima derramó 40 mil metros cúbicos de compuestos tóxicos en el río Bacanuchi, afluente al río Sonora, tragedia que afectó a más de 23 mil habitantes de la zona; 13 b) Otra emergencia ambiental lamentable fue la que aconteció en el municipio el Oro, en el estado de Durango, donde se derramaron alrededor de 2 mil metros cúbicos de agua con cianuro mezclado con otros elementos químicos como fierro...

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