Inicia la cuenta regresiva

AutorLizeth Villegas

REFORMA/JALISCO

GUADALAJARA.- Llegó el día. Jacqueline Bracamontes, Nuestra Belleza México, empacó en su maleta un rosario, una almohada y su inseparable celular, desde hoy vivirá en el Distrito Federal y espera regresar a la capital jalisciense con el título de Miss Universo.

Dejó en La Perla Tapatía, a su entrañable familia y a los amigos de la universidad, pero Bracamontes está convencida de que vale la pena el sacrificio, pues debe prepararse para lograr su sueño de coronarse como la mujer más bella del mundo.

Ya no va a compartir el cuarto con su hermana Alina, ahora vivirá con la "Mami Esthelita", quien será su ángel de la guarda y nana; a ella le tendrá que decir a dónde va, con quién y por qué.

En su nuevo departamento tendrá a varios "huéspedes": Luis Miguel, Ricky Martin y Paulina Rubio, entre otros CD's que nunca deben faltar en su dormitorio.

"Me esperan jornadas de trabajo muy intensas que iniciarán desde la madrugada hasta en la noche, pero creo que los conocimientos que voy a adquirir me servirán para toda la vida", platica Jackie.

Siempre fue una princesa

Jacqueline fue la primera de tres hijos. Nació el 23 de diciembre de 1979 y durante sus primeros meses de vida fue muy enfermiza, por eso pasó su primer cumpleaños en un hospital, debido a una deshidratación.

"Cuando me recuperé, me volví muy tragona y comía de todo. Con el tiempo me volví demasiado responsable con los estudios y a los 12 años me dio por primera vez migraña durante 15 días, después se repitió una o dos veces más.

"La migraña regresó hace un par de meses en el concurso nacional de Nuestra Belleza, durante dos días, pero gracias a Dios ya no ha vuelto", asegura.

De pequeña, como muchas niñas, adoraba a las Barbies y sus papás le compraban todas las que salían a la venta, así como también la casa, el departamento, el coche y hasta la cocina de Barbie.

"Nunca me gustó jugar con mis muñecas, más bien parecía un aparador donde lucían como nuevas y sólo las tomaba para cambiarles de ropa.

"Más bien me gustaba jugar a las comiditas, al modelaje, a la maestra, y hasta al futbol porque han de saber que no soltaba el balón para nada. Además, me fascinaba ir a nuestra casa de campo en Jamay con mis amiguitas".

Nunca le faltó un regalo de Navidad deseado. El Niño Dios siempre le trajo la bicicleta, las muñecas, los patines y todo lo que pedía en sus cartitas.

Todos sus estudios los cursó en el Instituto de la Vera Cruz y sólo salió a estudiar a los 12 años con los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR