El ingenio de un charco

AutorAdolfo Córdova

Especial

SAN MIGUEL DE ALLENDE.- El Charco del Ingenio estaba en peligro. Un área de gran valor biológico e histórico iba a ser absorbida por el imparable crecimiento urbano de esta turística ciudad. Pero en 1989 un grupo de ciudadanos empezó a gestionar la creación de un jardín botánico, que hoy alcanza las 67 hectáreas, y se revirtió la tala, la cacería, el sobrepastoreo, los incendios y la acumulación de basura de la que ya era víctima.

El proyecto, iniciado por Federico Gama y César Arias, de la asociación Cante, es en la actualidad un modelo de recuperación ecológica que ha obtenido el reconocimiento internacional.

El área natural, que ya sufría deslaves y comenzaba a desertificarse, hoy presume tres hábitats saludables: cañada, matorral y humedal. Un hervidero de vida en el que bullen biznagas, agaves, hierbas aromáticas, comestibles y medicinales, helechos, murciélagos, coyotes, mariposas, halcones, garzas, coralillos, zorras gris, gatos montés y muchas más especies de flora y fauna nativas, muchas de ellas en peligro de extinción.

"Éste es un refugio para la vida silvestre, se pueden observar muchos animales en peligro de extinción", explica Mario Hernández Peña, director del Jardín.

"Sólo tenemos plantas que se encuentran de manera natural en la región. Albergamos la segunda colección más grande e importante de cactáceas y otras suculentas del País (la primera está en la UNAM) como parte de un esfuerzo independiente que se sustenta de las aportaciones económicas de sus visitantes y donatarios".

¿Un charco?

El nombre El Charco del Ingenio es producto de dos aspectos históricos: un legendario manantial, conocido localmente como "el charco", enclavado en el fondo de la cañada que enmarca al jardín botánico, y el ingenio que se levantó en ese sitio en la época virreinal.

"El espacio es muy simbólico porque hay vestigios arqueológicos: un puente y el casco de una hacienda del siglo 18 y el primer molino del continente americano, que data del siglo 16", comenta Silvia Rivera, directora de Comunicación de El Charco del Ingenio.

Pero "el charco" es mucho más: cuenta con una presa, un cañón generado por el paso del agua durante millones de años, que forma una cañada con unas impresionantes cárcavas donde habitan zorros, gavilanes cola roja, quebrantahuesos, colibríes; tiene espacios educativos como el Jardín de los Sentidos, centros ceremoniales como la Plaza de los Cuatro Vientos y un conservatorio de plantas mexicanas.

Además, se opera...

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