Infringir en publicidad pega a las ciudades

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 9 (EL UNIVERSAL).- No aplicar la regulación en publicidad exterior denota corrupción en los gobiernos locales y se traduce en menores ingresos que se podrían aplicar en servicios públicos, comentó Jorge Carlos Negrete, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano.

?En la Ciudad de México tenemos sobrerregulación, es decir, tenemos una serie de reglamentos y leyes que se tienen que cumplir que no se están cumpliendo porque hay muchísimo dinero involucrado?, dijo.

La Ciudad de México produce entre 3 mil y 3 mil 500 millones de pesos al año en publicidad exterior, aseguró.

La publicidad exterior incluye espectaculares, anuncios en postes, mobiliario urbano como casetas telefónicas, parabuses y buzones de correo, dijo.

El problema detectado por la institución radica en que la Ley de Publicidad Exterior no se aplica como debería, pues indica que no se puede colocar publicidad en los sitios anteriormente señalados, y sólo es posible si se tiene un permiso que otorga la Oficialía Mayor de la Ciudad de México.

Esto hace que los interesados en colocar anuncios para vender más, busquen la forma de hacerlo a través de actos de corrupción.

?Es fácil determinarlo: si tú quieres podar un árbol que está frente a tu casa y lo haces, llega una patrulla y pide el permiso de la delegación; si pones un anuncio espectacular, necesitas cerrar la calle y nadie se da cuenta de que lo haces, eso sólo se puede entender porque alguien dio dinero al C4, a la patrulla y a la autoridad?, ejemplificó.

Negrete subrayó que la publicidad exterior colocada sin licencias ni autorizaciones se traduce en que no se paga a la Ciudad de...

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