El Informe Oppenheimer / Fue todo menos un valiente

AutorAndrés Oppenheimer

No es elegante criticar a alguien que acaba de morir, pero viendo los mensajes de Jefes de Estado de todo el mundo exaltando la supuesta valentía del recién fallecido gobernante cubano Fidel Castro, hay que decir la verdad: Castro fue todo menos un valiente. Por el contrario, fue un cobarde.

En primer lugar, fue un cobarde porque no permitió una elección libre en 57 años, desde que asumió el poder en 1959. Sólo alguien que tiene miedo de perder no se anima a medirse con otros en elecciones libres.

En segundo lugar, Castro fue un cobarde porque nunca permitió un solo periódico independiente, o estación de radio o televisión no gubernamentales. Sus críticos ni siquiera tenían acceso a los canales oficiales. Era como si no existieran.

Castro daba la enorme mayoría de sus entrevistas a periodistas, modelos o figuras deportivas que le rendían pleitesía. Y las pocas entrevistas que dio a los periodistas serios fueron monólogos, en los que él hablaba todo el tiempo.

Recuerdo que a finales de la década de 1980, cuando le pedí al Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez que intercediera por mí para pedirle una entrevista con Castro, se rió y me dijo: "¿Para qué quieres una entrevista con Fidel? Él nunca dice algo en una entrevista que no haya dicho en uno de sus discursos de cinco horas".

El temor de Castro de perder su imagen omnipresente de Máximo Líder era tal que había prohibido a los medios hablar sobre su vida privada. Tenía que ser retratado como un semidios que había sacrificado su vida para el bien público. Durante décadas, el nombre de su esposa y sus hijos fueron un secreto de Estado.

En un viaje a Cuba a principios de la década de 1990, un periodista del diario Juventud Rebelde de la juventud comunista me dijo que había sido reprendido por su jefe por tratar de publicar una foto de Castro comiendo en una cena. El comandante nunca podría ser mostrado comiendo, me dijo el periodista.

Incluso las circunstancias de la muerte de Castro pueden haber sido un montaje gubernamental: los medios oficiales cubanos dicen que murió el 25 de noviembre, que es el mismo día en que Castro y sus guerrilleros salieron del puerto mexicano de Veracruz en el yate Granma en 1955 para iniciar su insurrección armada en Cuba.

¿Habrán truqueado la fecha de su muerte para mostrarla como un viaje heroico hacia el más allá, que coincide con la fecha del inicio de su gesta revolucionaria hace seis décadas?

Tercero, Castro fue un cobarde porque no permitió ningún...

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