El Informe Oppenheimer / Terremoto político en Argentina

AutorAndrés Oppenheimer

La gran votación del candidato opositor Mauricio Macri en la primera ronda electoral de Argentina el 25 de octubre es un terremoto político que, gane quien gane en la segunda vuelta del 22 de noviembre, marca el fin del ciclo populista kirchnerista que gobernó en los últimos 12 años, y probablemente tendrá un efecto contagio en otros países sudamericanos.

Macri, el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, sorprendió no sólo por forzar una segunda vuelta electoral contra el candidato oficialista Daniel Scioli, sino también al ganar la poderosa provincia de Buenos Aires -que había estado en manos del partido peronista de Scioli durante casi tres décadas- y la mayoría de las provincias más importantes del país.

Además, Macri y el candidato opositor Sergio Massa ganaron suficientes escaños en el Congreso para poner fin a la mayoría absoluta de los partidarios de la Presidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner en la Cámara de

Diputados.

Aún más importante, Macri se convirtió en la figura del momento. Ahora, tiene una buena posibilidad de obtener suficientes votos de los candidatos opositores derrotados en la primera ronda como para ganar la segunda vuelta.

Las caras de Macri y de Scioli en sus discursos tras la votación en la primera vuelta lo decían todo. Macri se veía radiante, con un discurso victorioso, y un mensaje de paz y amor, convocando a la reconciliación nacional. "¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias!", decía a la multitud. Scioli, por el contrario, parecía un hombre enojado, agrio, que advertía que vendrían tiempos terribles si el país cambia de rumbo.

Scioli ahora enfrenta un reto formidable: si se mueve hacia el centro, arriesga perder el apoyo de la maquinaria política del Gobierno kirchnerista. Si se desplaza hacia la izquierda para retener la maquinaria política del Gobierno, no puede ganar los votos moderados que necesita para ampliar su base.

Para empeorar las cosas, las relaciones entre la Presidenta saliente y Scioli, que nunca habían sido buenas, empeoraron después de la votación del domingo.

Ambas partes están culpándose una a la otra por el mal resultado electoral. Las tensiones entre el Gobierno y la campaña de Scioli son palpables.

"Si el...

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