El Informe Oppenheimer / El país más aburrido

AutorAndrés Oppenheimer

El éxito chileno -o, por lo menos, el éxito del país en comparación con sus vecinos- fue el tema del día en los corredores de la ceremonia realizada en Miami el viernes, en la que Chile se convirtió en el primer país sudamericano en firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. El acuerdo le permitirá a Chile exportar un 85 por ciento de sus productos sin tarifas aduaneras al mercado más grande del mundo.

En la ceremonia, presidida por la Canciller chilena, Soledad Alvear, y el representante comercial estadounidense, Robert Zoellick, algunos de nosotros en la audiencia estábamos bromeando lo curioso del caso chileno: el país más aburrido de la región, políticamente hablando, es el que mejor funciona.

Mientras que la mayoría de sus países vecinos están todavía discutiendo -casi 200 años después de su Independencia- qué sistema económico quieren adoptar cuando sean grandes, Chile tomó su decisión hace tiempo.

Los Gobiernos chilenos van y vienen -de derecha, de centro, y de izquierda- pero todos siguen las mismas pautas de apertura económica y disciplina fiscal.

"En Chile hemos podido generar consensos básicos de la sociedad", me dijo la Canciller Alvear en una entrevista concedida después de la ceremonia de firma del tratado. "No se ponen en duda las bondades de una política económica abierta".

Tanto es así, que el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos fue firmado por el Gobierno del Partido Socialista del Presidente Ricardo Lagos.

En la audiencia estaban líderes sindicales de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile.

El haber evitado los vaivenes políticos y económicos de sus vecinos le ha dado buenos resultados a Chile.

Desde 1988, cuando un plebiscito derrotó al ex dictador Augusto Pinochet en las urnas, Chile ha reducido sus niveles de pobreza en más de la mitad. El número de personas que viven con menos de 2 dólares por día cayó del 42 por ciento en 1999 al 20 por ciento en la actualidad.

En cambio, los países con líderes mesiánicos que hacen discursos incendiarios contra el "neoliberalismo" han generado un círculo vicioso de fuga de capitales, mayor desempleo, y mayor pobreza.

Miren a Venezuela: desde que asumió el Presidente populista de izquierda Hugo Chávez, hace tres años, la pobreza aumentó en 2.5 millones de personas, según el ex economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo Ricardo Haussman.

Aunque la tasa de crecimiento económico de Chile bajó de un fenomenal promedio de 7 por ciento en los años...

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