El Informe Oppenheimer / El desafío de Obama en Cuba

AutorAndrés Oppenheimer

Todavía es demasiado pronto para emitir un juicio sobre la decisión del Presidente Barack Obama de visitar Cuba. Sin embargo, se puede decir lo siguiente: a menos que Obama lleve a cabo una reunión separada con opositores pacíficos en la isla, su visita no hará más que legitimar la dictadura más larga de la historia reciente del continente.

Obama podría darnos una agradable sorpresa y demostrar que los aspirantes presidenciales republicanos que automáticamente criticaron su viaje del 21 al 22 de marzo a Cuba están equivocados. Podría demostrarles a los escépticos que el contacto directo con Cuba es más eficaz para promover la causa de las libertades universales en las Isla que tratar de aislar y castigar a ese país.

Pero, a juzgar por las primeras declaraciones de la Casa Blanca, no parece que Obama tendrá una reunión por separado con líderes opositores. El Asesor Adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo a la prensa que el Presidente se reunirá con el Presidente Gen. Raúl Castro y con "miembros de la sociedad civil, incluyendo aquellos que sin duda se oponen a las políticas del Gobierno cubano".

Traducción: eso sería una sala llena de gente, incluyendo muchos partidarios del Gobierno, donde un puñado de disidentes se perdería entre la multitud.

Una reunión de ese tipo entre Obama y la "sociedad civil" de Cuba sería una farsa. Permitiría a los medios oficiales de Cuba -los únicos que están permitidos- mostrar la reunión como un encuentro del Presidente estadounidense con representantes de todos los sectores de la sociedad, incluyendo "intelectuales" asalariados del Gobierno, que serían los únicos que saldrían en la foto.

Claro que la Casa Blanca podría aprovechar la ocasión para tomar una foto de Obama con algunos disidentes en la sala, para consumo interno en Estados Unidos. Pero eso no sería ningún avance, sería más de lo mismo.

En Cuba, por casi 60 años, el clan Castro ha aducido que no existe una Oposición política en la isla, y que quienes exigen sus legítimos derechos universales son mercenarios extranjeros. Es por eso que el régimen de Castro exige a los dignatarios visitantes que no se reúnan con líderes opositores, o que sus encuentros sean disfrazados como reuniones más amplias con la "sociedad civil".

Ansiosos de que Obama pase a la historia como el Presidente que...

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