El Informe Oppenheimer / El culto a Maradona
| Autor | Andrés Oppenheimer |
Maradona, 43, que ha estado luchando contra la adicción a las drogas por muchos años, fue hospitalizado el 18 de abril en Buenos Aires.
Tal como sucedió en varios incidentes parecidos en el pasado, sus médicos y voceros niegan que el ataque cardiaco con problemas respiratorios se debió a una sobredosis. Según la prensa argentina, se está recuperando rápidamente.
Como era de prever, multitudes de simpatizantes vistiendo la camiseta de la selección nacional se dieron cita delante del hospital, llevando pósters con leyendas como "Diego, Argentina está contigo" y "Dios te bendiga, Maradona". Muchos depositaron flores o estatuillas de la Virgen de Luján en improvisados altares en la acera.
Docenas de cámaras de televisión se apostaron frente a la Clínica Suizo-Argentina, y los canales de televisión del país interrumpieron la programación habitual durante varios días para retransmitir las mejores jugadas del máximo jugador de fútbol que produjo el país, y quizás el mundo.
El presidente de la Asociación del Futbol Argentino, Julio Grondona, dijo al diario Clarín ayer que nombrará a Maradona "Embajador del fútbol argentino" apenas se recupere.
Maradona, que nació en la pobreza, se hizo conocer mundialmente como estrella del Club Boca Juniors, el Barcelona y el Napoli. Para quienes lo vimos jugar en esas épocas, fue un deleite para la vista. Un talento increíble.
Fue el artífice del triunfo argentino en la Copa Mundial de México en 1986, en parte gracias a una triquiñuela que hizo historia: simuló un gol de cabeza, cuando en realidad había empujado la pelota con la mano. El árbitro no vio bien la jugada, y cobró el gol. Cuando los periodistas le preguntaron después si no había tocado la pelota con la mano, Maradona sonrió con picardía, y respondió: "Fue la mano de Dios".
En 1991, Maradona fue suspendido de la liga italiana por dar positivo en un examen antidrogas, y lo mismo sucedió durante la Copa Mundial en Estados Unidos en 1994. Se retiró del fútbol profesional en 1997.
Hoy día, con varias docenas de kilos de más, vive la mayor parte del año en una clínica de rehabilitación de Cuba. En sus entrevistas, Maradona culpa a sus ex entrenadores y contadores por su adicción a las drogas, y no pierde ocasión de culpar a Estados Unidos de casi todos los males del mundo.
Al igual que Evita Perón y Ernesto "Che" Guevara, Maradona sigue...
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