El Informe Oppenheimer / La creciente soledad de Maduro

AutorAndrés Oppenheimer

La decisión de los países del Mercosur de enviar un ultimátum al régimen autoritario de Venezuela, exigiéndole que respete las reglas de la democracia, pasó casi inadvertida en los medios de Estados Unidos, pero probablemente es el acontecimiento diplomático más importante de la región en los últimos años.

Es cierto que Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), ya había emitido en junio un informe declarando que el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, estaba violando los principios democráticos más elementales. Pero Maduro había aducido que el informe de la OEA era una maniobra imperialista de Estados Unidos, enfatizando que Estados Unidos es uno de los principales miembros de la OEA.

Ahora, por primera vez, el Mercosur, un grupo clave de países sudamericanos que no incluye a Estados Unidos, no sólo ha exigido que Maduro restablezca el Estado de derecho, sino que ha puesto un ultimátum para que lo haga antes del 1 de diciembre, o de lo contrario Venezuela será suspendida del bloque comercial regional.

Brasil, el país más grande de la región, anunció el 13 de septiembre que los cuatro miembros fundadores de Mercosur -Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- decidieron que suspenderán a Venezuela si el país no cumple los estatutos comerciales y de derechos humanos del bloque para esa fecha.

Esta no fue solo una ruptura diplomática clave con el régimen de Maduro tras 17 años de sólido apoyo -o tolerancia- latinoamericana con los abusos de Venezuela contra los derechos humanos y la democracia, sino que no podría haber llegado en un peor momento para el régimen de Maduro.

La declaración de Mercosur vino en momentos en que Maduro se preparaba para asumir con bombos y platillos la presidencia del Movimiento de Países No Alineados, en una ceremonia en la isla Margarita de Venezuela.

Aunque el Movimiento de los No Alineados se ha vuelto casi irrelevante tras su época de oro en la década de 1970, Maduro había hecho un enorme despliegue publicitario para mostrarse internamente como un líder del mundo emergente, a pesar de la peor crisis económica y política de su país en la historia reciente.

"El Gobierno estaba tratando de usar la cumbre de los No Alineados para darse un baño de legalidad y respaldo internacional, y resultó desairado por sus propios vecinos sudamericanos", me dijo el líder opositor Carlos Vecchio.

Para empeorar las cosas, la cumbre de los No Alineados resultó un fiasco. Hasta el momento en...

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