El Informe Oppenheimer / El Brexit, mala noticia para AL

AutorAndrés Oppenheimer

La decisión de los votantes del Reino Unido de salirse de la Unión Europea (UE) tendrá un impacto económico negativo para América Latina, pero su potencial impacto político podría ser mucho más peligroso.

Empecemos con las consecuencias económicas del Brexit, como es conocida la decisión británica de salir de la UE.

En primer lugar, la mayoría de los economistas está de acuerdo con que causará una mayor caída en los precios de las materias primas de América Latina. El Brexit reducirá el comercio europeo, lo que generará una desaceleración del crecimiento económico mundial. Eso arrastraría a la baja los precios de las materias primas de América Latina, porque un menor crecimiento económico mundial significa que los países ricos comprarán menos petróleo, minerales, granos y otros productos básicos que vende Latinoamérica.

Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, las materias primas representan el 97 por ciento de las exportaciones comerciales en Bolivia; el 96 por ciento en Venezuela; el 94 por ciento en Ecuador; el 88 por ciento en Chile; el 87 por ciento en Perú; el 83 por ciento en Colombia; el 69 por ciento en Argentina, y el 67 por ciento en Brasil. México y Centroamérica son menos dependientes de las materias primas que Sudamérica.

En segundo lugar, el Brexit afectará las inversiones en América Latina. La decisión británica de dejar la UE ha creado ansiedad entre los inversores, haciendo caer los mercados bursátiles en todo el mundo. Y en tiempos de incertidumbre, los inversores se refugian en sitios que consideran seguros, como Estados Unidos, y tienden a evitar poner su dinero en los mercados emergentes.

Además, el apetito por los valores de EU está fortaleciendo al dólar, lo que hace que se encarezca la deuda en dólares de los países de Latinoamérica, así como las importaciones y las vacaciones en Miami para los latinoamericanos.

Muchos economistas temen que el actual nerviosismo en los mercados se mantendrá por meses, sino es que por años. Según las reglas de la UE, Reino Unido y los miembros de la UE tendrán dos años para negociar los términos de la salida.

En ese periodo, otros miembros de la UE, como Holanda, podrían seguir el ejemplo británico y salirse de la unión. "Esto no será una tormenta pasajera", dice Alberto Bernal, jefe de mercados emergentes de XP Securities.

Los temores a una desintegración de la UE no son enteramente irracionales...

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