Infiltran a espías en el Vaticano
| Autor | Esteban Israel |
MURAL / Italia
EL VATICANO.- La revelación de que el ex régimen comunista de Polonia logró infiltrar un agente de sotana en el entorno de Juan Pablo II puede ser sólo la punta del iceberg, advirtieron historiadores.
Según el Instituto Nacional de la Memoria de Varsovia -Polonia- el fraile dominico Konrad Hejmo, uno de los hombres del círculo íntimo de Juan Pablo II, fue en los 80 un informante a sueldo de la Policía política polaca.
El historiador Andrej Paczkowski, del Instituto de Estudios Políticos de la Academia de Ciencias de Polonia, dijo a MURAL que el de Hejmo no fue un caso aislado.
"Sabemos que había otros colaboradores en Roma. En los documentos de la inteligencia polaca existen pistas de otros agentes, identificados simplemente como colaboradores secretos en el Vaticano", explicó.
Las pruebas de la infiltración polaca del Vaticano -y quien sabe, quizás también las identidades de los otros agentes- serán publicadas a fines de este año en un dossier de consecuencias imprevisibles.
Hejmo es actualmente el director del centro pastoral Corda Cordi, la agencia que organiza los viajes de los peregrinos polacos al Vaticano.
Fue precisamente desde esa posición que el dominico tuvo acceso a centenares de reuniones de Karol Wojtyla con sus compatriotas, desde religiosos hasta activistas del movimiento anticomunista Solidaridad que el Papa apoyó moral y financieramente.
"Hejmo fue lo que en la jerga de los servicios de espionaje se conoce como 'contacto operativo'. Desde que se estableció en Roma informó sobre los peregrinos y obispos polacos que visitaban el Vaticano", dijo el historiador Paczkowski.
Su dossier en manos del Instituto Nacional de la Memoria tiene 700 páginas e incluye informes, grabaciones de conversaciones y 20 recibos de los pagos que el servicio secreto hizo al fraile dominico entre 1975 y 1988.
El propio Hejmo -cuyo nombre en clave era Dominik- admitió cándidamente la semana pasada haber recibido dinero de un Misterioso polaco radicado en Alemania a quien suministraba información sobre el Vaticano.
Analistas de inteligencia dijeron que la Santa Sede estuvo siempre en la mira de los servicios de espionaje. Rara vez -aclararon- un agente opera de forma aislada, por lo general existe una red u otros informantes.
Según el presidente del Instituto Nacional de la Memoria, Leon Kieres, hay que prepararse para más sorpresas.
"Se demostrará que cientos dentro del clero colaboraban activamente con el régimen comunista", dijo.
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