¿Inevitable desabasto de medicinas?

Fecha de publicación15 Diciembre 2020
AutorAlbertoAguirre

Las APP para la construcción de nuevos centros hospitalarios, la subrogación de los servicios integrales y las compras consolidadas tanto de medicamentos como de materiales de curación y equipos médicos fueron métodos empleados en los últimos tres sexenios por administraciones estatales y federales. El IMSS, el ISSSTE, el Seguro Popular y casi todos los institutos de Salud Pública en las 32 entidades federativas recurrentemente suscribieron esos contratos hasta el sexenio peñista, cuando las Fuerzas Armadas concentraron los recursos de esas partidas para esquivar trabas burocráticas y licitaciones engorrosas.

Recuperar la soberanía del Estado mexicano en estas materias debería ser otra de las batallas de la Cuarta Transformación, a juicio del director general del IMSS, Zoé Robledo, quien trasladó a la Cofece la responsabilidad de que un bloque de empresas de laboratorios clínicos y análisis de sangre sigan en el padrón de proveedores de esos servicios. Las prácticas monopólicas se atienden en otra ventanilla.

Para eliminar sesgos en la compra de materiales y equipos médicos, el gobierno federal solicitó ayuda de las Naciones Unidas, a través de la UNOPS. En la compra consolidada para el periodo 2021-2024 participan la industria farmacéutica mexicana y fabricantes foráneos.

En la última de las tres sesiones informativas —el jueves 3 de diciembre—, los representantes de las entidades requirentes presentaron los avances en los procedimientos de compra para medicamentos de patentes y adelantaron que las bases para la licitación pública internacional de medicamentos y las invitaciones para oferta de medicamentos de fuentes única, genéricos y material de curación priorizados, se publicarían el viernes 4 y el lunes 7, respectivamente.

La observancia de los derechos exclusivos, la libre concurrencia, y la vigencia de las condiciones preferenciales por los tratados internacionales ya dominaban las discusiones.

Y es que hubo antecedentes ominosos: Uno, la reforma al artículo 26 del Reglamento de Insumos para la Salud (RIS), propuesta en septiembre pasado y que estaba pendiente de publicación en el Diario Oficial de la Federación. La nueva disposición definiría normas para el etiquetado de los medicamentos destinados al sector público que permiten fortalecer su trazabilidad y manejo apropiado. En términos generales, señala que el envase primario y secundario de un medicamento deberá diferenciarse del destinado para el sector público y el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR