Industria invisible, letra embodegada

AutorLourdes Cervantes

Para hablar de los editores mexicanos debemos partir de dos realidades, dos mundos distintos: el de las grandes empresas que se abocan, principalmente, a ediciones de fácil comercialización y despachan en la Ciudad de México; y el de las medianas o pequeñas editoriales dedicadas a la cultura y a la academia que se encuentran por todo el territorio nacional.

Las primeras están registradas, pertenecen a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana y editan libros de todo tipo: ciencia, filosofías alternativas, espectáculos, pornografía, entretenimiento, cultura y academia -muy pocas-, escolares, entre otros; y las segundas, mayormente, cuentan con registros, pero no pertenecen a la CANIEM. De ahí que no puedan ser cuantificadas y no aparezcan en las cifras oficiales. Son inexistentes en las estadísticas editoriales. No es propósito de esta reflexión hacer mediciones con estas cifras. Prefiero referirme a los libros que desde antes de imprimirse resultan ser ediciones predestinadas a vivir en bodegas durante años y, posteriormente, se convertirán en mermas, producto del confinamiento forzado.

Sin salida

Desde hace tiempo, la constante referencia a la crisis que sufren las editoriales mexicanas hace parecer que éstas no sobrevivirán un año más. Cierto, y aunque paulatinamente, las ediciones se reducen, los editores siguen trabajando. ¿Cuántos títulos se publican en los estados cada año? La pregunta parece una broma, porque se carece de cifras que permitan hacer una medición exacta. Si todos los editores mexicanos estuvieran registrados, si todos los libros tuvieran el registro del ISBN, si cuando menos algunos cumpliera con el Depósito Legal, si y sólo si... Entonces podríamos hacer un análisis con alguna certeza.

Por ello, quiero citar las declaraciones de Jesús Anaya Rosique en 1991: "Quien con espíritu socrático intente investigar esta actividad descubrirá rápido la falta de indicadores económicos pertinentes, su reemplazo por puras 'estimaciones gruesas' y la ausencia de estudios previos que tengan fundamento estadístico comprobable. Desde hace muchos años ésta ha sido mi experiencia" (El negocio de los libros. Nexos, 03/91).

En el 2002, vivimos la misma realidad. Ante eso no queda más que hacer algunas aproximaciones o "estimaciones gruesas".

¿Quiénes editan en los estados? Instituciones de educación superior, centros de investigación, organismos colegiados, instituciones culturales y editores independientes. Que suman alrededor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR