¿Indignados o 'hooligans'?

AutorSilvia Garduño

LONDRES.- El nerviosismo se había extendido por la capital británica. Luego de dos días de disturbios, los negocios cerraron temprano y la gente se encerró en sus casas para evitar ser agredidos por los llamados rioters.

Una chispa bastó para desatar la ira social. El asesinato de un muchacho de 29 años provocó disturbios la noche del 6 de agosto en Tottenham, y la intervención de la policía para sofocar éstos fue la excusa para que cientos de jóvenes tomaran de manera violenta las calles de varias zonas de Londres y las principales ciudades de Inglaterra en los días siguientes.

Para algunos británicos, el asesinato de Mark Duggan, que de inicio detonó el enojo de varias personas por presunto abuso policial, terminó por evidenciar la frustración de cientos de jóvenes en Gran Bretaña por la falta de oportunidades.

"Hay grandes sectores de la población que están pobremente educados y apoyados, que no tienen expectativas y que creen que el resto del país siempre toma ventaja de ellos. Ciertamente ésta no es la manera de protestar, pero es evidente que no todos los jóvenes pueden pensar en otra cosa cuando literalmente no tienen nada más que hacer con su tiempo. Creo que hay frustración por causas diversas y un sentido de desesperanza", señala Laura Applin, politóloga de 30 años y estudiante de postgrado en la Universidad de Sussex.

El gobierno de Coalición entre el Partido Conservador y el Partido Liberal Demócrata, encabezado por David Cameron, ha planteado disminuir el número de personas que viven del Estado entre 2011 y 2014 y terminar así con un esquema de bienestar social que durante varias décadas ha permitido a algunos británicos obtener más recursos a través del seguro de desempleo que trabajando.

El mensaje de la Coalición para justificar la reforma al sistema de bienestar social es simple: que el trabajo siempre paga y que de ninguna manera recibir ayuda económica del Estado puede ser más redituable que trabajar. El gobierno prevé disminuir también el número de gente que recibe apoyos para la vivienda.

Con una tasa de desempleo del 7.7 por ciento, algunos sectores de la juventud británica perciben un futuro poco prometedor y consideran que están en desventaja respecto a otras generaciones, más ahora que las cuotas universitarias se han triplicado, alcanzando las 9 mil libras esterlinas anuales.

Pero para muchos otros británicos, los jóvenes que participaron en los disturbios son una carga social que no está dispuesta a trabajar y...

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