Incumple IPAB plazos de Ley

AutorGabriela Cabrera

El Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) incumplió los plazos establecidos para la venta de activos heredados de la crisis financiera de 1995, por lo que asumirá tarde su mandato principal que es la protección de los derechos de los ahorradores.

Además de dedicarse a las ventas, el organismo desvía tiempo y recursos en administrar la deuda del rescate bancario.

"El Instituto debe concentrarse en la administración del seguro de depósitos, en la medida en que los temas de atrás, los derivados del Fobaproa, se vayan concluyendo", reconoció Mario Beauregard, director general del IPAB.

A la fecha, el organismo ya debería dedicarse exclusivamente a constituir el fondo de garantía de ahorradores que proteja los depósitos y evite que otra crisis vuelva a costarle al erario.

Tanto el seguro de protección a ahorradores, como una solución definitiva a la administración de la deuda del rescate bancario, están pendientes.

De acuerdo con la Ley del IPAB, a más tardar en el 2004 concluiría la enajenación de todos los bienes bajo su custodia.

El informe final de la Comisión para la Investigación del IPAB, presentado por los diputados salientes a finales de agosto del 2005, dice que el organismo no pudo acatar la ley.

"El IPAB no ha cumplido con su mandato de ley en el sentido de enajenar los bienes en los plazos establecidos, ya que a la fecha de elaboración del presente informe en el balance del IPAB aún se reflejan activos pendientes de enajenar", afirma el documento.

Sin embargo, tanto el informe como Beauregard justificaron esta situación ante las condiciones adversas del mercado y otras obligaciones que retrasaron la venta de bienes, entre los cuales todavía se encuentra el Consorcio Aeroméxico.

"Pese a que el Congreso estableció fecha para la venta de activos, también consideró estos casos extraordinarios, sin dejar de cumplir con el valor de recuperación de los bienes", afirmó Beauregard.

El artículo 61 de la Ley del IPAB indica que el Instituto debe procurar que la venta de activos se realice en los términos económicos y financieros más convenientes, buscando siempre las mejores condiciones y los plazos más cortos de recuperación de recursos.

En lo que se refiere a pasivos, el supuesto era que la venta de activos se utilizaría para la conclusión de los programas de saneamiento financiero y la liquidación de las operaciones del Fobaproa y el Fameval, lo que supondría una reducción de la deuda.

Y así fue, en 1999 la deuda del IPAB...

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