Inculcan en niños afán de superación

AutorEduardo Velasco

SAN FELIPE DEL PROGRESO.- Preocupados por las problemas de desnutrición, educación y violencia a la que son sujetos los niños indígenas de la entidad, el Instituto Nacional Indigenista (INI) cuenta en la entidad con ocho albergues, en los que ofrece alimentación, educación y recreación a 413 pequeños de comunidades mazahuas y otomíes.

Desde 1974, fecha en la comenzó la instalación de albergues, niñas y niños indígenas de escasos recursos se separan de sus familias de lunes a viernes para recibir una atención integral, con la intención de que tengan un aliciente para mejorar sus condiciones de vida en el futuro.

Elizabeth Quintana Ramos, de 8 años de edad, es una de las pequeñas que ha sido beneficiada con este programa federal, que invierte por niño 19 pesos diarios, y que en este año ejercerá un millón 700 mil pesos en el Estado.

"El primer día que llegue aquí fue un miércoles y no tiene ni hace un año que me trajeron", recuerda Elizabeth, quien llegó a este lugar desde que su padre dejó su casa para ir al DF, en un intento por mejorar el ingreso económico de su familia. Fue entonces cuando su madre pidió apoyo al INI para que ella fuera aceptada en el albergue.

"Desde hace dos años le dieron a mi papá un lugar para trabajar y ya no ha venido", comenta la pequeña, quien tiene en casa dos hermanas más, una de 2 y otra de 12 años.

Elizabeth sabe que ocasionalmente su padre envía dinero desde México, lo que permite que su madre pueda solventar las necesidades de ropa y comida para ella y sus dos hermanas.

La pequeña, y los 51 compañeros que tiene en el centro de San Felipe del Progreso, reciben a diario tres alimentos, todos ellos provistos de una dieta debidamente balanceada.

"Aquí nos dieron nuestros uniformes y también nos dan de comer huevo, papas, frijoles, fruta y carne de pollo", explica.

Incluso, el programa auspiciado por el INI entrega a los niños los útiles escolares y provee educación que les imparten tres integrantes del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

"Cuando se nos terminan las libretas les decimos y nos dan otra, y también nos dan lápices y colores", precisa Elizabeth.

Sin embargo, las actividades de cada uno de los pequeños inscritos en el albergue no se limitan a estudiar, pues desde temprano ellos mismos deben tender la cama que ocupan antes de ir a desayunar y asistir a la escuela, que son las tareas que realizan hasta las 14:00 horas.

"Después de regresar de la escuela nos vamos a comer; lavamos los...

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