Impunidad, el prietito del arroz

A contracorriente de la ola dominante, adoptada por las autoridades mexicanas, que indica que la criminalidad se combate con penas más severas y con más policías mejor armados, un grupo de investigadores de la UAM Azcapotzalco considera lo contrario, la delincuencia se merma combatiéndola en las instituciones y con leyes más flexibles.

Por ejemplo, si en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas hubiera conocido los primeros resultados de esta investigación, quizá hubiera cambiado su lema de campaña y en lugar de prometer quitarle la calle a los delincuentes hubiera ofrecido despojarlos de las instituciones de prevención del delito, procuración e impartición de justicia.

Fernando Tenorio Tagle, quien es el responsable en México del proyecto denominado Ciudades Seguras, asegura que la criminalidad actual, en la mayoría de los casos, está vinculada con las instituciones encargadas de perseguirla.

A partir de los años 70, explica, la criminalidad cambió, dejó de ser actos de individuos solitarios y se convirtió en una delincuencia, que hasta en el más modesto de los ilícitos, actúa en redes.

Casi el total de los delitos patrimoniales que se cometen actualmente son cometidos bajo ese esquema, asegura, pues va desde el trío de individuos que se apoderan de los espejos de un vehículo hasta los secuestradores exprés.

En ambos casos, los delincuentes realizan una división de sus actividades y una planificación de sus acciones.

"Los antiguos delincuentes solitarios, que eran vistos como pervertidos o con problemas psicológicos, han comenzado a ser desplazados por lo que llamamos criminalidad en redes.

"En forma didáctica diríamos que es como los nuevos supermercados, que han desplazado a las tiendas de abarrotes, y a éstas sólo les queda, o sumarse a las tiendas de autoservicio o desaparecer", señala.

Esta criminalidad en redes, que se diferencia de la organizada únicamente por su menor grado de sofisticación, no tiene un interés emotivo, como sucede con la delincuencia tradicional, pues lo que busca es el beneficio económico.

"Esta economía trabaja como negocio, es una economía criminal y tiene como característica, tanto la criminalidad en redes como la organizada, el que entre sus integrantes hay invariablemente miembros del sistema de justicia penal", explica.

Consecuentemente, añade, si se refuerzan los sistemas de justicia penal y sus miembros son los que desarrollan la actividad criminal, en lugar de disminuir la incidencia delictiva se incrementa.

"Los medios de información han difundido que...

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