Impulsan la salud
| Autor | José Arrieta |
Un pequeño universo formado por cientos de seres vivos habita el aparato digestivo humano.
Bacterias, bacilos y otros organismos microscópicos coexisten llevando a cabo complejas funciones en la transformación de alimentos y nutrientes.
Conservar el equilibrio de este frágil ecosistema es difícil.
Las estadísticas demuestran que durante la segunda mitad del siglo pasado se incrementaron padecimientos estomacales crónicos como gastritis, colitis y estreñimiento.
"Desde el fin de la Primera Guerra Mundial, la incidencia de enfermedades inflamatorias se ha incrementado dramáticamente, especialmente en los países desarrollados" señala Dona Hartley, investigadora del Instituto Danone de Forth Worth, Estados Unidos.
Uno de los remedios que se emplea desde tiempos ancestrales para reducir malestares estomacales son los lácteos fermentados.
Se trata de productos que con sus organismos vivos contribuyen a normalizar algunas funciones del aparato digestivo.
Vida que da vida
El microbiólogo ucraniano Élie Metchnikoff, quien en 1900 pidió a una muestra de pobladores de Los Balcanes que incluyeran en su dieta un considerable número de lácteos fermentados, fue pionero en la investigación sobre los beneficios de estos productos.
Desde entonces la comunidad científica ha relacionado yogures, quesos, requesones y otros productos derivados de la leche como alimentos que ayudan a la salud del aparato digestivo.
En la actualidad, es posible encontrar decenas de productos que, mediante la adición de probióticos -bacterias benéficas a la salud que tienen la virtud de llegar vivas a los intestinos-, vitaminas y fibras, prometen mejorar funciones básicas del organismo.
Bacterias como los lactobacilos, enterococos y bífidos ayudan a restablecer el equilibrio de la flora intestinal y poseen propiedades antiinflamatorias.
De acuerdo con el estudio Alimentos Fermentados y Funciones Digestivas Saludables, realizado por científicos de Estados Unidos, España, Italia, Argentina, Nueva Zelandia y México, los alimentos fermentados ayudan a fortalecer la inmunidad intestinal.
Asimismo equilibran el balance bacteriano, reducen la hipertensión, e incluso, inhiben el crecimiento de algunos graves tumores.
"Los probióticos muestran cierta promesa en el tratamiento de varias enfermedades inflamatorias intestinales, asma y alergias", destaca este estudio internacional.
Transportan nutrientes
Por sus características de fácil almacenamiento y digestión, los alimentos fermentados son...
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