Impresiona a los vivos

Momias famosas hay varias, pero la más bailarina se dio cita en la Explanada Lázaro Cárdenas.

Rafael Castillo fue el engendro más movido, pues hasta con disfraz llegó a la tocada organizada semanalmente por los sonidos Sensación Latina de Pío y Matanzas de Miguel "El Ojitos".

Con unas vendas que le cubrieron el estómago y las piernas, sólo bastaron los tenis, la camisa blanca y el pantalón blanco para dar el gatazo y poder soltarle el hilo a la hilacha a gusto.

Pese a que parecía que la panza y el pecho se le iban a salir por el vendaje, el cual más bien parecía faja, fueron varias canciones seguidas las que aguantó sin cansarse y su disfraz también permaneció intacto.

La víctima de este cadáver recién salido de su sarcófago fue Elizabeth León, quien fue acechada por éste al ritmo de quiebres y vueltas, hasta que logró ponerla tiesa y menearla sin ninguna piedad.

Nada podía parar al monstruo, y cuando su primera víctima le pidió paz no se quedó quieto, pues hasta en las jardineras de la explanada se puso a dar saltos esperando a que alguien más aceptara sacudirle el vendaje.

Otro que se puso a caminar como salido de una película de terror fue Cacho, quien llevaba un paso tan desorientado como el de un zombie de lo borracho que andaba.

Eso sí, nada más agarraba pareja y se le olvidaba su estado inconveniente para convertirse en un salsero digno de competición.

La ganona de este simpático ejemplar fue Éricka Chanaguana, quien disfrutó de los pasos del joven...

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