También importan

AutorGeorgina Montalvo

Cuando un niño o niña pierde un diente "de leche" por caries o en algún accidente los padres no suelen alarmarse.

Sin embargo, la equivocada idea de que no es necesario acudir al dentista, ya que después le saldrán los otros, puede generar más problemas que beneficios tanto al pequeño como a su bolsillo.

"Los dientes de leche son muy importantes para el desarrollo de la cavidad oral de los niños. Ellos van dictando la forma de la boca. Si pierden uno, hay que poner mantenedores de espacio para que no se cierre el sitio donde saldrá el definitivo", asegura el odontólogo Luis Zárate.

De hecho, desde que se le cae el primer diente, es necesario hacer un monitoreo de cómo va ese proceso, por lo menos acudiendo cada seis meses con el odontopediatra.

Los braquets no se pueden colocar hasta que prácticamente estén todas las piezas permanentes, pero la ortopedia sirve para irles creando los espacios a los dientes, aclara Zárate.

Establecer los hábitos de higiene para la dentadura "de leche" también es básico para mantener la salud bucal por el resto de la vida.

"Cuando se cepille, mamá o papá debe acompañarlo, y luego permitir que él o ella lo haga. Siempre frente a un espejo donde se enfoque en lavarse los dientes y nada lo distraiga," recomienda el especialista.

La visita al dentista desde pequeños es importante, insiste, porque si México tiene el primer lugar mundial en obesidad infantil, significa que se consumen muchos azúcares, promotores ideales para las caries y, si no se modifica esa dieta, seguirán los problemas dentales.

Zárate sugiere a los adultos dejar de usar la frase: "si te portas mal, te voy a llevar al dentista", porque este especialista no es enemigo del niño.

"Estamos...

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