Impone mesura

AutorJaime Garza

En el primer enfrentamiento entre sí, José Pekerman venció a Américo Gallego con una idea táctica: adueñarse de la media cancha en base a un orden.

Ambos argentinos fungieron como rivales, protagonizaron un duelo táctico, poco espectacular, y con una sola finalidad: conseguir la primera victoria del torneo.

Minutos antes del arranque y el clásico abrazo entre los estrategas, pero también entre los jugadores rojos y el "Tolo" por su reciente pasado. Uno, Pekerman, vestido elegante, de traje. El otro, Gallego, optó, en vez del clásico pants rojo (por obvias razones), por el negro.

Gallego, pasional; Pekerman, pensante, con tintes de elegancia en su forma de dirigirse a sus jugadores. Sin aspavientos, más calculador y pensante.

El de Tigres, más inquieto, quizás más presionado por fungir como local. Iba y venía, se sentaba y se paraba, gritaba y callaba. Dirigía desde los límites del área técnica; en cambio su rival, desde el banco.

El rostro del "Tolo" transmitía seriedad, concentración y preocupación porque en los primeros minutos Toluca encimaba, controlaba los espacios y manejaba la esférica.

Entre Vicente Sánchez y Antonio Naelson "Sinha" amagaban, volaban y le recordaban a su ex técnico la chispa de su juego. Más tarde, un electrizante disparo de Christian Giménez al poste provocaba la reacción del "Tolo" y su auxiliar técnico.

Y del otro lado Pekerman, con menos argumentos para caer en preocupación que su homólogo, porque aunque Tigres fabricaba destellos de pinceladas, inspiradas en el ahora seleccionado nacional Emmanuel Cerda, el último toque siempre fue impreciso.

Para la segunda parte, la tónica del juego no...

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