Las imágenes del Lerma

AutorDenis Rodríguez

Jalisco

El lecho del río está seco en La Barca. El Lerma aquí es un hilito, una zanja con charcos. La Barca fue fundada en 1553, con el nombre de La Puebla de Santa Mónica de la Barca; actualmente es la última concentración urbana antes de que el Lerma llegue a Chapala.

En la zona se producen el 30 por ciento de maíz del Estado, el 80 por ciento de sorgo y el 90 por ciento de trigo, por lo cual es vital el aprovechamiento del agua.

El Lerma tradicionalmente desemboca en el lago junto a Maltaraña, un paraje que hace un siglo era una isla del delta que formaba el río. Ahora está a unos cuatro kilómetros de la orilla de Chapala. De acuerdo con cifras oficiales, el volumen perdido por evaporación en Chapala asciende a mil 440 millones de metros cúbicos anuales.

El río Duero, que viene desde Zamora, es el último afluente del Lerma. "El Zamorano", como lo conocen los campesinos de La Barca, se une al Lerma frente a la población de Cumuato, en la carretera a Sahuayo. En septiembre de 1998, el río alcanzó en ese punto más de 100 metros de anchura, pero en estos días está completamente seco.

En Ibarra, Michoacán, un letrero de la Comisión Nacional del Agua indica que se hace limpieza del lirio acuático. Unos metros abajo, en el cauce seco, la planta ya ha sido quemada.

Guanajuato

"¡Está prohibido tomar fotos!", grita el vigilante de la Presa Solís, empleado de la CNA. Se justifica. "Es que luego las sacan en los periódicos".

La Presa Solís tiene un área de influencia de 112 mil 772 hectáreas de cultivo en Guanajuato. Es el embalse más grande de toda la cuenca Lerma-Chapala y, en estos días, ha estado aproximadamente a la mitad de su capacidad. En ella todavía es posible pescar carpa y mojarra.

"Dicen que no está muy contaminado", explica el vigilante.

En Solís, el Lerma sólo tiene una válvula de escape abierta de las dos que existen. Aquí no se ve la contaminación que hay en el Estado de México, pero sí se acentúa nuevamente al pasar por Acámbaro.

Eduardo Guerrero pesca una carpa río abajo, bajo el puente de Acámbaro, junto a donde descarga el drenaje del rastro municipal. Las columnas del puente demuestran que el río está a 1.3 metros de su nivel máximo.

El joven pesca sólo por diversión, porque todos aquí saben lo sucio que viene el caudal; de hecho, el pescado será para su gato. El río huele a drenaje.

"Hace unos 10 años que comenzó a ponerse sucio", afirma Eduardo, "antes veía gente a todas horas nadando, pescando. Ahora no hay nada. Si vieras...

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