A imagen y semejanza

AutorAntonio Trani

El destino vuelve a unir a los entrenadores Bill Belichick y Dan Quinn, sólo que ahora en la cita más importante que tiene la NFL: el Súper Tazón.

Todo inició en la década de los años 80. La familia de Quinn, oriunda de Morristown, Nueva Jersey, era aficionada de los Gigantes de Nueva York y el hoy head coach de Atlanta acudía a la Universidad Fairleigh Dickinson para presenciar el campo de entrenamientos del equipo, especialmente a los linebackers Lawrence Taylor -su ídolo- y Harry Carson.

Pero fue el coach Bill Parcells, quien lo fue cautivando con sus tácticas y manejo del plantel, mismo en el que se encontraba Belichick, actual head coach de Nueva Inglaterra.

Belichick se mantuvo en la organización de 1979 a 1990 desempeñando funciones de asistente defensivo, coach de equipos especiales, linebackers y coordinador defensivo, cargo con el que colaboró en el título del Súper Tazón XXV, pues se ganó su primera oportunidad como entrenador en jefe -en Cleveland-.

Pese a su gran afición por el futbol americano, Quinn sabía que nunca llegaría a ser profesional y se especializó en la enseñanza con tal de convertirse algún día en maestro o entrenador. Y así fue.

Mientras Belichick cumplía su cuarto año al frente de los Cafés, Quinn obtenía su primer acercamiento a las funciones de entrenador al encargarse de la línea defensiva de la Universidad de William & Mary (Williamsburg, Virginia) y es hasta 2001 cuando salta a la NFL.

Destacar en el máximo nivel no fue fácil. Quinn aprendió de ver a Parcells y a Belichick, durante los veranos, que la tenacidad es un talento, pero sobre todo que el hacer clic con los jugadores es fundamental para desarrollar su sentido de la competitividad.

Bajo estos principios, Quinn ha transformado a los Halcones de un equipo que perdió identidad a uno de los que más avances puede presumir, pues después de 2012, cuando llegaron a la Final de la NFC, sólo ganaron 10 juegos y ahora ya suman 21, incluida una racha de seis victorias.

Bajo la misma premisa de la tenacidad, sólo que algunas ocasiones jugando al filo del reglamento, como cuando fue castigado en 2007 por grabar las señales de los Jets o una práctica de su rival un día antes del Súper Tazón XXXVI ante Carneros, Belichick está en la plática del mejor entrenador de la historia de la NFL.

Si bien Nueva Inglaterra y Atlanta cuentan con ataques que puede definir el Súper Tazón LI en un abrir y cerrar de ojos, Belichick y Quinn tienen la fórmula para detenerlos. Sólo...

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