Iguala opacó avances en derechos humanos
Ariadna García
MÉXICO, D.F., mayo 14 (EL UNIVERSAL).- Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Gobernación, admite que buena parte de los casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos se explican básicamente en la lógica de participación de corporaciones federales, como la Policía Federal o el Ejército mexicano, en una realidad en donde las policías locales se ven rebasadas por la situación de violencia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario sostiene que en materia de derechos humanos México logró un gran avance al reformar su Constitución en 2011 que cambia la relación entre gobernados y gobernantes. Recién nombrado subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación, el funcionario reconoció que si bien existen avances, éstos suelen verse opacados por acontecimientos como lo que ocurrió en Iguala, Guerrero en septiembre de 2014, con la desaparición de 43 estudiantes normalistas rurales.
México es fuertemente señalado por organismos internacionales en materia de derechos humanos, ¿cómo lo valora?
Conviene comprender la lógica que hemos vivido en el país en los últimos años, estos temas tienen que ver con violencia, tienen que ver con inseguridad, lo que hemos vivido en los últimos años ha sido una realidad extraordinaria. Buena parte de los casos de derechos humanos que tenemos, de los casos emblemáticos, me parece que se pueden explicar básicamente en la lógica de participación de corporaciones federales, fuerzas federales, Policía Federal o Ejército, en una realidad en donde las policías locales se ven rebasadas por la situación de violencia. Un caso emblemático me parece que es el de Iguala, en donde una suma de distintas realidades, de distintas condiciones genera una tragedia extraordinaria que no solamente nos impacta enormemente hacia adentro sino que además tiene impacto importante en el exterior.
¿El caso Iguala impidió avance de México en esta materia?
Muchos de los avances están a la vista, sobre todo de lugares que fueron muy violentos en los últimos años. Salvo Guerrero, yo creo que podemos acreditar que todas las zonas emblemáticas de la violencia en el arranque de esta administración tienen hoy condiciones distintas. Difícilmente podemos ignorar la afectación que tuvimos (por el caso Ayotzinapa) hacia adentro y hacia fuera, implicó un cuestionamiento a la clase política, a la eficacia del Estado.
¿Sigue siendo un tema delicado?
Sí.
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