Iglesia histórica a punto del derrumbe

CHILPANCINGO, Gro., mayo 2 (EL UNIVERSAL).- La Catedral de Santa María de la Asunción no siempre fue un templo; ahí se instaló el Primer Congreso de Anáhuac, que dio paso a la Independencia del país.

Hoy se encuentra con grietas y daños que podrían ser irreversibles, tras soportar varios sismos, el más reciente, el del pasado viernes 18 de abril.

Ingenieros y arquitectos piden al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cambiar los materiales de su estructura, que no son patrimonio cultural, porque no resistirá otro temblor fuerte.

La parroquia de la Asunción fue una de las pocas construcciones de adobe y teja que había en la villa de Chilpancingo antes de ser ciudad, en 1813. El inmueble fue iniciado en el siglo XIX, al estilo neoclásico, con una nave pero dos cuerpos y con remate de forma tablereada; además de sus dos torres que pesan casi cuatro mil kilos cada una.

La construcción fue utilizada por el cura José María Morelos y Pavón y los diputados; antes, se ofició una misa. El 13 de septiembre de 1813, alumbrados por velas de sebo de chivo, los asambleístas y Morelos dieron vida a los "Sentimientos de la Nación" y al Acta de Independencia de México.

El momento fue histórico porque en la capital, cuyas calles tenían un aspecto rústico, con abundantes árboles frutales y jardines silvestres, se abolió la esclavitud y se hablaba por primera vez de una república independiente, no de una monarquía española como la que reinaba, de acuerdo con el historiador Jaime Salazar Adame, en su libro Historia de Chilpancingo.

El INAH juntó todos los elementos históricos de la catedral y los "incautó" para su preservación y protección: "nadie, sin la autorización de la dependencia, podrá hacerle algún cambio ni porque éste pueda ir en beneficio de la construcción", señala el texto de la dependencia federal.

Así, desde hace 87 años, el arco de acceso, la ventana del coro, las columnas al estilo toscano, sus medallones y la imagen de águila del escudo imperial de Iturbide no pueden ser tocados más que INAH.

Dentro del plan de protección del INAH, comenta el ingeniero José Luis Hernández Rodríguez, olvidaron, al parecer, los sismos que han dañado su estructura desde su construcción en 1902; uno de los últimos, el del 10 de diciembre de 2011, cuarteó hasta casi colapsar la torre norte, porque nunca hubo un plan integral para garantizar el soporte del inmueble.

Hernández Rodríguez lamenta que haya tan poco interés para preservar monumentos...

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