Identifican oportunidades de negocio

Estos son algunos casos de quienes han sabido leer el mercado, identificar las oportunidades y aprovechar los nichos potenciales.

Todos han sido negocios familiares, como Inocobre o Pau & Flor que han comenzado de una idea que fue cristalizada con el tiempo.

Se amoldan a la industria

Esta empresa sigue la tradición de una familia dedicada a la fundición y elaboración de piezas de cobre y acero inoxidable, así como maquinaria industrial.

Gracias a la experiencia de Antonio López Ortiz, ha logrado posicionar sus productos y maquinaria en las industrias alimenticia y tequilera en el Estado de México, Querétaro, Michoacán, Nayarit, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, entre otras entidades.

De hecho, entre sus principales clientes se encuentran empresas dulceras como Micla, Confitería Mexicana, La Paloma, entre otros.

Los antecedentes de Inocobre involucran a cuatro generaciones de fabricantes de metal.

Cuando López Ortiz tenía 15 años, le ayudaba a su padre a trabajar en un pequeño taller en la Colonia La Perla, en Guadalajara. Ahí elaboraban bombos, cazos y alambiques, principalmente, continuando la tradición del abuelo. Después se mudaron a la Colonia Huentitán El Bajo, donde operaron 30 años.

En 2011, él y su hijo, Antonio López, decidieron independizarse y así fue como surgió Inocobre.

"Ya teníamos mucho tiempo trabajando, y a él (su hijo) le gustó el giro, entonces por eso decidimos unirnos", comentó el empresario.

Empezaron dando mantenimiento a los equipos que vendieron tanto su padre como su abuelo, y luego introdujeron líneas propias, fabricando entre una y dos piezas mensuales.

Actualmente, el volumen de producción en el taller ubicado en la Colonia Agrícola, en Zapopan, es de ocho máquinas, como globos, batidoras, cazos, alambiques, tanques, despulpadoras, ralladoras, campanas y chimeneas.

También desarrollan prototipos de maquinaria industrial, diseño estructural en interiores y exteriores.

"Ahorita la mayor cantidad es de acero inoxidable, algo así como el 95 por ciento, y sólo 5 por ciento es de cobre", explicó.

Según su experiencia, el sabor de los alimentos cocinados en cobre es mejor.

"La diferencia es el sabor, sabe más sabroso, pero como el cobre suelta un ácido que es dañino, salubridad pidió que se cambie por acero inoxidable", reiteró.

Jorge Velazco

"Que (los jóvenes) luchen por las metas que se hagan, todo se puede, nada es fácil, pero tampoco es trabajoso".

Antonio López Ortiz, propietario de Inocobre

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