Lo hunde la fama y regresa para contarlo

MÉXICO, D.F., junio 8 (EL UNIVERSAL).- El colombiano Esteban Cortázar fue, durante la década pasada, uno de esos diseñadores que creíamos lo tenía todo. A sus 23 años había sido fichado como director creativo de una de las casas francesas más prestigiadas: Emanuel Ungaro. A pesar de su innegable talento, el joven no pudo contra el aplastante poder la fama. Y no hablamos de la que logró conseguir con sus propositivos diseños.

En julio de 2009, anunció su salida de dicha maison. Tiempo después, representantes de Ungaro aclararon la situación: Cortázar había sido despedido.¿La razón verdadera de su cese? El creador se negó a trabajar de la mano de la actriz estadounidense Lindsay Lohan, a quien en un arranque verdaderamente incomprensible, el presidente de la empresa, Mounir Moufarrige, había elegido como ¡embajadora y consultora creativa!.

Las malas decisiones, sin embargo, se pagan caras. La primera colección de Lohan como asesora creativa resultó un completo fracaso. Emanuel Ungaro, quien en 2005 vendió la firma, aseguró al respecto: "La colaboración con Lindsay Lohan ha sido un desastre. Estoy enfadado, pero no puedo hacer nada para cambiarlo".

Posterior a este capítulo, Cortázar regresó a la escena de la moda con una colección cápsula -integrada por 17 looks- para la tienda de lujo en línea...

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