Hugo Hernández / Museo del amor

AutorHugo Hernández

El trasnochado afiche sugiere que es la nueva Cinema Paradiso (Nuovo Cinema Paradiso, 1989), acaso sólo porque ambas son italianas. Pero afortunadamente no lo es. Porque en Después de la Medianoche (Italia, 2004) el cine es un caudal emocional, no un mero pretexto sensiblero: el penúltimo largometraje del italiano Davide Ferrario (quien también es autor del guión) es un brillante aluvión de pasión, o de pasiones, para ser más precisos, porque el ánimo del cineasta alcanza para concretar un sincero homenaje al cine, pero también a la ciudad y a la mujer. Amorosos homenajes, es urgente añadir. Sí, una pasión.

Después de la Medianoche sigue los pasos de Martino (Giorgio Pasotti), quien labora como velador del Museo del Cine, ubicado en la Mole Antonelliana de Turín. Pasa las jornadas reeditando viejas películas silentes, en particular de Buster Keaton. Sin embargo una noche recibe un huésped inesperado pero deseado: Amanda (Francesca Inaudi). El amor entre ellos transita de lo posible a lo probable, pero ella tiene novio, el facineroso Ángelo (Fabio Troiano). El triángulo muestra ser una figura geométrica puntiaguda... y promisoria.

Ya el tráiler, armado cual sugerente cinta silente, nos permite anticipar que en la película de Ferrario las palabras son precarias herramientas (no inútiles pero tampoco soberanas), llamadas a auxiliar a la imagen sólo ocasionalmente...

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