La huella del arquitecto

AutorRicardo Dorantes y Andrea Martínez de la Vega

Antes que proyectar edificios, la tarea autoencomendada de Teodoro González de León fue hacer ciudad.

El arquitecto, fallecido el pasado 16 de septiembre, transformó esa inquietud en la hechura de íconos: desde el Auditorio Nacional (reforma encabezada al lado de Abraham Zabludovsky) hasta el complejo Reforma 222; desde las torres Arcos Bosques (con Francisco Serrano y Manuel Tejeda) hasta el MUAC. Sitios que lucen habitables incluso antes de ingresar a ellos.

Nacido en la Ciudad de México el 28 de mayo de 1926, el artífice celebraba y era celebrado, hace apenas unos meses, por su aniversario número 90 y por las casi siete décadas que había cumplido en el ejercicio de la arquitectura.

Reconocido por el gremio como el arquitecto mexicano más influyente de los últimos años (Encuesta "Los Diez Mejores Arquitectos", REFORMA, octubre de 2012) y como el único connacional nombrado dentro de un conteo mundial (Encuesta "Los Diez Más Admirados", REFORMA, septiembre de 2014), González de León deja grabada en concreto una trayectoria sin comparación en la disciplina.

En esta edición, Entremuros despide a una vida dedicada a la creatividad y el arte, al arquitecto incansable que fue hasta el último día.

DEJA MARCA EN EL GREMIO

Un factor que marcó la carrera de Teodoro González de León fueron las colaboraciones con otros artífices, recuerda el arquitecto Francisco Serrano, con quien trabajó en proyectos como las embajadas de México en Brasilia y Berlín, así como en la Biblioteca Pública José María Pino Suárez, en Tabasco.

Las múltiples obras que crearon juntos, así como los proyectos que González de León construyó en mancuerna con Abraham Zabludovsky y otros artífices, son testimonio de un estilo de trabajo que priorizaba los buenos resultados.

"Siempre que trabajamos juntos, trabajamos bien. No importaba quién decía qué, sino que al final la obra fuera la mejor posible", comentó Serrano.

"Al realizar un trabajo conjunto, el trato siempre era entre pares, de igual a igual".

La relación profesional entre estos dos creativos ha dejado huella dentro y fuera de la Ciudad: junto con Carlos Tejeda crearon el plan maestro del Corporativo Arcos Bosques, y, con la colaboración de Aurelio Nuño, construyeron el Parque Tomás Garrido Canabal, en Tabasco.

Además, Serrano destacó de González de León aspectos que van más allá de lo profesional al describirlo como una gran persona, amigo y arquitecto.

"Fue un gran amigo en los tiempos malos, y en los buenos también", dijo. "Para mí, la experiencia de vida con Teodoro fue magnífica, fructífera, pudimos hacer muchas cosas".

LECCIONES APRENDIDAS

A pesar de que nunca dio clases, artífices de diferentes generaciones han aprendido lecciones de la trayectoria y obra de González de León.

"Basta con apreciar una de sus creaciones y entenderla, verla en el tiempo y espacio en que fue...

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